Berlín es un chico que se caracteriza por lo impulsivo y mal carácter, pero por proteger a su novio de su padre se casa con otro, el lío lo consume y se encuentra sin salida
Los días fueron pasando y aunque Zayn no quería irse porque se sentía realmente bien en ese lugar el momento llegó, ya tenía todo empacado, Liam junto con Klaus estaban preparando el almuerzo solo faltaba que llegue el resto, era sábado por lo que todos estarían ahí, se sienta en la cama para mirar los mensajes de su grupo el cual tiene muchos ya que les a mandado dos fotos de Berlin, una sentado junto a el en la mesa cuando fueron por helado y otra que le paso Bela en el estacionamiento del shopping pero lo que no sabía es que sus amigos enloquecieron al conocerlo, en realidad Zayn tiene muchas en su celular pero ellos no sabían.
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Solo bastaron esas dos fotos para que su celular tomara vida propia ya que no dejaba de vibrar desde la mañana, lo fue a tomar pero no lo encontró sobre la cama, extrañado porque lo había dejado sobre la cama y no estaba se giró encontrándose a Berlín con su teléfono en la mano.
Que haces con mi teléfono?...
Estoy mirando los mensajes, Ignacio piensa que soy guapo, Benjamín dice que estoy bueno, Erick dice que hacemos una pareja perfecta y Pedro puso un emoji de asombro, etc...
Me lo puedes devolver, yo no toco el tuyo...
Porque tu no quieres...- me extiende el de el y lo tomo solo para molestarlo, pero se lo devuelvo enseguida al ver la foto de pantalla.
Para ver eso no me hubieras dado nada...- me saca su teléfono, teclea algo y me lo devuelve.
Esto que es? encima tiene un código...- gira sus ojos sin dejar de husmear en mi teléfono.
La fecha de nuestro casamiento....- la coloco y mis ojos se abren más de lo normal al mirar todas mis fotos.
Porque...
Eres mi marido, es normal que tenga fotos tuyas...- me corto al saber lo que iba a preguntar, mi teléfono sonó pero no intente sacarselo, después de todo era verdad lo que dijo Berlín, soy su marido pero lo nunca imaginé fue que me atendiera una video llamada.
Hola...- contesto con su mejor sonrisa y su cara de chico dulce moviendo la mano en forma de saludo para que la otra persona lo vea y hasta ahí iba todo bien hasta que escuche la voz de mi madre.
