Unos gritos despertaron a Berlín poniéndolo de mal humor, odia ser despertado y más si son gritos, pero algo llamo su atención y eran las voces, una reconoció al instante porque era la de su padrino pero no reconoció a la otra, pero lo que lo tenía totalmente descolocado era el hecho de que su padrino este gritando ya que no era normal que alguien lo haga enojar a tal punto de que alce la voz.
¡¡¿Qué pasa?!!...- pregunto una vez que llego a la puerta de la cocina.
¡¡¿ Qué te pasa a ti?!! tu tío otra vez con los reclamos como cada vez que vienes...
No lo haría si hicieras bien tu papel de procreador porque el de padre te queda grande....
¡¡Ni se te ocurra!!...- fue lo único que dijo mi tío al ver que tuvo intenciones de caminar hacia mí para golpearme y este se quedó en su lugar.
- no estamos diciendo nada que no sea cierto, desde que ella se fue te has olvidado de tu hijo...
No lo hice apropósito, no fue fácil para mi....
¡¡Y te crees que para mi si, te recuerdo que tenía ocho años cuando perdí a mis padres!!...- Berlin se moría de ganas de llorar pero jamás lo haría frente al hombre que lo esta mirando mal desde el otro lado de la pequeña isla que ocupa el centro de la cocina.
No me has perdido...
Que chiste más gracioso....- fue lo único que dijo antes de salir de la cocina para no verlo a la cara y escupirla.
Le dolía la relación que tenían porque ellos eran mejores amigos, sus primeros ocho años fueron los mejores de su vida, pero todo eso se perdió con el tiempo y por culpa de la que alguna vez llamó madre, el la odiaba, cada vez que pensaba en ella deseaba tener la oportunidad de volver a verla para escupirle en la cara, pero no tenía tanta suerte, parecía que esta o estaba al otro lado del mundo o metida debajo de una gran roca, deseaba que sea la segunda para que muera aplastada, Berlin dejo de caminar solo cuando llego al coche de su tío, no quería estar en esta casa que tanto mal le hacía, pero siempre volvía, era el único lugar que tenía recuerdos de sus primeros ocho años felices y muy en el fondo añoraba la posibilidad de volver el tiempo atrás y revivir esos almuerzos en familia o los fines de semana en la plaza, moría por pedirle a gritos a su padre que vuelva a ser el de antes, que lo necesitaba, que su dolor lo estaba consumiendo, pero el miedo al rechazo o a ser ignorado siempre lo detenía.
Vamos a casa...- su tío le abre la puerta para que suba pero este niega con la cabeza secándose las lágrimas.
Llévame a lo del tío Ale por favor...- este lo miró un momento pero luego terminó asintiendo.
Sabes que conmigo puedes hablar de lo que sea ¿no?...- Berlin solo asintió antes de apoyar su cabeza contra la ventana para mirar hacia afuera.
Se sentía exhausto, ya no aguantaba más, cada mínima cosa que le pasaba o decían hacía que un nudo se forme en su garganta y sus ojos piquen, pero el jamás lloraría frente a nadie que no sea su tío Liam, el quería hablar con alguien, lo deseaba con todas sus fuerzas, pero nunca fue bueno para expresar sus sentimientos sin contar que para el llorar delante de los demás era un signo de debilidad y el no estaba dispuesto a quedar como débil delante de nadie, es por eso que cuanto más frío se muestre mejor se sentía, el mismo se había creado un muro de protección a su alrededor para enfrentar al mundo, pero sentía que este comenzaba a asfixiarlo y se sentía desesperado por dentro, su Berlin interior se estaba volviendo loco y tenía miedo de explotar en cualquier momento, una vez en la casa de Ale este los estaba esperando en el frente, al llegar a su tío este le abrió sus brazos para que se refugie en el y eso hizo, se quedaron un momento en silencio hasta que esté lo separó, dejo un beso en su frente y luego lo dejó irse, al igual que la casa de todos esta contaba con un cuarto de visitas lugar al que seguramente fue a encerrarse Berlín porque el sabía que su tío no haría preguntas ni le pediría salir si no quiere.
........
Ale....
Otra vez discutieron?...- Liam asiente.
- juro que algún día mataré a tu hermano...
Tu no matarás a nadie, necesito que lo cuides, esta vez es diferente...
A qué te refieres con diferente?....
Está luchando con sus propios demonios, destrozó el vivero y es una bomba de tiempo a punto de explotar...
Si destrozó el vivero entonces tengo que estar atento....
Si, necesito que lo cuides, ¿puedo contar contigo?...- asiento.
- bien, ahora me voy a casa, yo también he discutido con el y me duele un poco la cabeza...- sin esperar respuesta se va despidiéndose con la mano mientras yo me quedo procesando lo que acaba de decir.
Esto se está complicando si llegamos al punto de que Liam discutió con alguien...- cierro la puerta detrás de mí y me voy a terminar de preparar la cena, también tomó el teléfono para decirle a Ana que no puede venir, necesito estar tranquilo y atento, ella solo sería una distracción, termino de escribir, apago la cocina después de verificar que mi pastel de papas ya este, sirvo para ambos, iba a dejar un plato en la mesa de pasada al cuarto pero coloco los dos sobre una bandeja junto con dos latas, una de coca y otra de cerveza y me la llevo conmigo, entro y esta acostado dándome la espalda.
Te traje la cena, se que no estás durmiendo, siéntate...- hace lo que le digo sentándose como indio con la espalda contra la pared mientras abro las patas de la mesa para que quede entre ambos, le paso su plato con la lata, luego arrimo uno de los sillones que descansa en una de las esquinas y tomó el mio para empezar a comer, al verlo que disimuladamente se limpia una lágrima decidió distraerlo hablando de otras cosas y por suerte funcionó, a los pocos minutos ya me hablaba y se reía conmigo.
Necesito un té, me e reído y he comido mucho, ahora me duele el estomago por tu culpa...
Yo también quiero uno tío por favor...
Si dale yo te hago, pero vamos a tomarlo afuera, hace una noche hermosa...- asiente y camino hacia la puerta del cuarto con una sonrisa ignorando que se a puesto serio nuevamente.
¡¡Tio!!...
Dime....- dejó de caminar para mirarlo.
Me duchare mientras se hace el te ¿puedo?...
Por supuesto....
Gracias...- asiento y salgo.
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Me case en las Vegas
RomanceBerlín es un chico que se caracteriza por lo impulsivo y mal carácter, pero por proteger a su novio de su padre se casa con otro, el lío lo consume y se encuentra sin salida