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Dos días habían pasado desde el día del beso y Berlín seguía sin ir a ver a Zayn, nadie sabía porque ni se atrevían a preguntar, no porque le tengan miedo, sino porque una de las reglas fundamentales de esta familia era respetar la privacidad del otro, pero había alguien que lo conocía bien y todos sabían que era el único que podía ir a hablar con el sin que este lo saque a patadas, Berlín era el que peor de todo si hablábamos de carácter, luego le seguía Bela, Leo, Brook, Klaus y Ale, tanto Liam como Andrés, Pablo y Luis eran los más tranquilos, pero Liam tenía algo a favor que no tenía ninguno y era el respeto de todos, es por eso que era el indicado para ir a hablar con la bestia como lo apodó Bela una noche donde se peleó con dos por querer propasarse con ella. Liam llegó a la casa de su hermano y como era de esperarse este no estaba, el sabía que este solía pasar todo el día entre las uvas, los vinos eran su pasión, cuando estaba Joe ella era su mundo, pero desde que ella se fue con su mejor amigo este se metió de lleno en la cosecha y no hay nada que le importe más que eso, ni siquiera se molesta de que sus hermanos no estén a su par en la empresa familiar, con que estén en las reuniones mensuales el se conforma, después de todo el es el hermano mayor y es su deber velar por el bienestar de sus hermanos por más que estos tengan sus respectivos trabajos fuera del familiar.

Una vez en el comedor mira hacia todos lados pero no lo ve, va hacia la planta alta donde se encuentran los cuartos y nada, recuerda un lugar donde solía esconderse y donde pasó el mayor tiempo después de que su madre se fuera y al ver el lugar suspiro antes de caminar hacia el pero se sorprendió al encontrarlo todo destrozado, la última vez que lo vio así fue gracias a la furia de su hermano al ser este el santuario de Joe, pero este lo había arreglado después de que su hijo llorando le dijo que era lo único que le había quedado de su madre y que lo odiaba, ahora el pobre vivero había sufrido la furia de su sobrino y estaba peor que como lo había dejado su hermano lo que solo lo llevaba a pensar una cosa, este estaba furioso, la pregunta es ¿qué fue lo que pasó para que el destrose este lugar que tanto ama ? lo busco con la mirada pero no lo ayo, estaba por irse hasta que sintió un tacho caerse, camino entre las cosas con cuidado de no tropezar con algo, cuando llego al fondo miró detrás de todo y ahí estaba el, en un rincón y un nudo se formo en su garganta al recordarlo como el dia que se fue su madre, este estaba llorando, con sus rodillas a la altura de su pecho y por un momento creyó haber vuelto a ese dia en el que odio a la que una vez fue su mejor amiga para luego convertirse en su cuñada y madre de su sobrino.

Berlin, ¿que pasó?....- este levanto la mirada para conectarla con su tio mientras este se ponía de rodillas frente a el.

Estoy cansado tío...

Su voz salió quebrada y Liam pudo sentir el dolor en sus palabras por lo que lo agarró de los hombros para traerlo hacia el y que éste esconda su cara en su pecho, este se aferró a su cintura llorando como nunca lo había escuchado antes, le acaricio su cabello en silencio dejando que el lugar se llene del sonido que el largaba al llorar, cuando se calmó lo ayudó a levantarse, se lo llevó hacia su cuarto donde le sacó la ropa sucia luego de que salga del baño con la cara y manos higienizadas, le puso ropa limpia para que pueda acostarse, una sonrisa se asomo en su boca al recordar las veces que lo tuvo que hacer porque su hermano estaba perdido en alcohol y en su dolor olvidándose por completo de su hijo, pero al parecer no fue el único porque al levantar la cara para mirarlo este también estaba sonriendo de costado aunque a diferencia de el a Berlin aún le caían las lagrimas.

- gracias por estar siempre para mi tío...- Liam acaricia su mejilla sonriendo.

Para eso estamos los padrinos, tu abuelo dice que los padrinos somos como los segundos padres....- Berlin asiente antes de caminar hacia su cama agradecido de los dos padrinos que tiene ya que con sus madrinas no tiene tanta relación al ser amigas de su madre, no era de noche aun pero el no venia durmiendo bien y se sentía agotado.

- duerme, yo estaré aquí....- Berlin se acomodo, Liam se sentó a su lado y comenzó a acariciarle el cabello hasta que las lágrimas dejaran de salir y sus ojos se cierren, su teléfono vibró en su bolsillo por lo que prefirió salir fuera de la habitación para no despertarlo.

- hola Klaus...

Hola hermano, ¿todo bien? ¿lo encontraste?...

Si estaba en su casa, destrozó todo el vivero...

¡¡¿QUE?!! ¡¡pero si ese es su santuario!! ¿ te dijo porque lo hizo?...

No, solo lo encontré en un rincón llorando y lo único que logré fue que me diga que está cansado...

Que significa eso?....- Liam lo miró un momento más desde el pasillo antes de cerrar bien la puerta.

Eso significa que está luchando con sus propios demonios...

Tu sabes mas de el que nosotros lo que me lleva a preguntarte ¿ qué tan grave es?...

Viniendo de Berlin diría que mucho, el es una persona muy reservada y me temo que se está ahogando en su propio dolor y sus demonios internos no lo ayudan, como tampoco ayudó el hecho de que se haya casado con alguien que es todo lo opuesto a Can seguramente....

Puedo hacerme una leve sospecha de lo que paso, ¿ pero tu que crees?...

Yo también tengo mis sospechas pero es difícil saberlo con el...solo nos queda esperar a que despierte y ver si logro que me diga algo, cosa que dudo pero con intentarlo no pierdo nada...

Otra opción no tenemos, ¿te quedaras ahí?...

Si por lo que necesito que te quedes en la casa con Zayn y los chicos....

Tu tranquilo, yo me ocupo adiós y suerte...

Gracias....- después del intercambio de palabras el estómago de Liam gruñó por la necesidad de ser alimentado, este miró una vez más dentro del cuarto para asegurarse de que Berlin aun seguía durmiendo y al verlo dormir tranquilo decidió ir hacia la cocina por algo de comer aun pensando que sera lo que está pasando por la cabeza de su sobrino.

Me case en las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora