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Los días habían pasado y en el pueblo muchos hablaban sobre las tres nuevas personas que habían llegado, las cuales eran un doctor, un ayudante de mecánica y un chico que se perdía muy a menudo.

Por otro lado también estaba el hecho de las desapariciones que seguían siendo constantes, así que todos se encontraban alerta pero sin dejar de hacer sus cosas diarias.

Pero dejando eso de lado, una tarde cualquiera y como todos los días desde que se conocieron el pequeño Monkey ya se encontraba en el bosque platicando con Trafalgar.

–Oye Torao ¿ya te enamoraste de mí? o tengo que seguir esperando –preguntó de la nada, se encontraba con la cabeza recostada en las piernas del mayor mientras que este le regalaba pequeñas caricias en el cabello.

Trafalgar lo miró seriamente –Bueno Mugiwara-ya eres infantil, terco y hasta cierto punto molesto –respondió aguantando una sonrisa que casi se le sale debido a la reacción del menor.

Luffy infló sus cachetes formando un puchero y claramente el mayor era débil a eso, así que simplemente le depositó un beso en la frente.

–Sin embargo cada vez que veo tus lindos ojos y cuando sonríes de esa forma tan alegre no puedo evitar sentirme completo –suspiró desviando su mirada del menor –Así que si, ganaste Mugiwara-ya puede que si me haya enamorado de ti.

En ese momento Luffy estaba hecho un tomate, se sentía inmensamente feliz Torao había correspondido sus sentimientos de una forma muy bonita y tierna para ser él, por su mente solo paso el levantarse y abrazar muy fuerte Law.

–Al parecer alguien está muy feliz –dijo devolviéndole el abrazo.

–Shishishi Torao siente lo mismo que yo –tarareo muy contento y le regaló un tierno beso en la mejilla al mayor.

Luego de eso se quedaron un rato más dándose pequeñas muestras de cariño sutil y hablando de todo un poco, o mejor dicho el monito contándole de todo al mayor mientras que este solo le respondía con oraciones cortas.

–Por cierto Torao te gustaría ir a la fiesta que estamos organizando por la llegada de mi tío –comentó ilusionado ya que enserio quería que el mayor fuera.

–Si tu eres el que me está invitando, aunque diga que no seguirás insistiendo así que mejor nos saltamos ese paso y digo que si de una vez –contesto mientras le apretó las mejillas al pelinegro menor.

–Eso es genial –respondió con un brillito en su mirada.

Así siguieron hasta que se hizo la hora en la que el menor tenía que irse para llegar a tiempo a su casa.

–Hoy no necesito que me acompañes Torao, iré solo así que puedes estar tranquilo –sonrió –Por cierto mañana podrías ir al Baratie creo que no podré venir –decía con esperanzas de convencer al mayor.

–Está bien, no te acompañaré pero si algo pasa grita –dio instrucciones –Trataré de ir mañana pero no te prometo nada –dijo con su siempre semblante serio.

–Sería genial si lo haces –lo abrazó –Bueno por hoy me voy –se alejó y luego se retiró del lugar no sin antes darle un beso en la mejilla al contrario.

El mayor se quedó en silencio y toco su mejilla era débil a esos pequeños roces con Luffy, perdido en sus pensamientos no notó que alguien más se encontraba ahí con él.

Hasta que una risa que te helará la sangre se escuchó por todo el lugar –Vaya vaya quien diría que Trafalgar sí sabe sonreír, pero lo más importante es que ese enano es lo que te atrae tanto a este lugar –escuchó que decía una voz muy familiar.

Almas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora