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Estaba emocionado, ya quería ir a casa de Killer para ver a Torao, pero entendía que todavía no podían ir, aparte de que en ese justo momento estaba con sus amigos, los cuales hablaban sobre los demonios entre otras cosas, que al pequeño no le interesaban, el solo comía e ignoraba lo que sea que estuvieran diciendo.

La hora de retirarse había llegado y los rubios junto con el menor tomaron rumbo a casa de Sanji para recoger sus cosas, luego se dirigieron a la de pelinegro.

Hasta que por fin habían llegado, en ese momento se encontraban frente a la casa del rubio mayor, Luffy estaba ansioso ya quería darle a Torao ese abrazo que se habían prometido dar.

Killer abrió la puerta dejando pasar a sus dos invitados, el primero en reaccionar fue Luffy.

–Toraooo –corrió directamente a donde estaba el mayor simplemente para estrujarlo en un fuerte abrazó –Te extrañe mucho –le susurro con delicadeza.

–Yo también te extrañe pequeño –le devolvió el abrazo mientras acariciaba su cabello.

Los amigos del menor estaban enternecidos, era muy raro ver a Luffy de ese modo tan sumiso y cariñoso.

Lo mismo pensaban los amigos del mayor, su amigo se veía tan alegre era raro, pero a ellos también les hacía feliz verlo así.

–Lamento interrumpirlos, pero estamos aquí reunidos para hablar de ustedes, de lo que los están acusando y que pasará después si llegan a iniciar una cacería –habló Killer mientras tomaba asiento en la piernas de Kid, obligado por este.

–Si disculpa, empecemos –contestó Law.

Cada uno había tomado asiento en algún lugar de la sala, los pelinegros se encontraban en el suelo juntos, en el sofá Killer se encontraba en la piernas de Kid siendo mimado por este y por último Sanji que se encontraba sentado en el otro sofá con Zoro en el suelo sentado entre sus piernas.

–Para empezar tenemos que ser sinceros con ustedes, existe una gran probabilidad de que los demonios de este territorio quieran inculparnos y eso implicaría el tener que irnos –le confesaba el pelinegro mayor en un tono triste.

Todos se quedaron en silencio, no querían que eso pasara apenas se habían encontrado con ellos y en poco tiempo habían creado un lazo prácticamente indestructible.

–Y qué pasa si eso llegara a suceder –cuestiono el rubio menor.

–Bueno exactamente eso que les dijo Coby –le respondió el peliverde.

–Que eso es injusto, se que eres fuerte Torao podrías defenderte, porque permitirías que te hicieran algo así –esta vez inquirió con molestia el pelinegro menor.

Trafalgar solo lo miro a los ojos y le sonrió mientras le acariciaba la mejilla –Porque si llego a lastimar a alguien que quieras podrías llegar a odiarme y eso jamás me lo perdonaría.

El menor se sonrojó ante aquella declaración ocultando su rostro en el pecho del mayor para que no lo vieran.

Aunque a todos les pareció tierno, el ambiente se había vuelto pesado y triste, los demonios aun no querían dar la opción en la que podían ir con ellos, aun era pronto o eso creían.

–Tsk, no puedo creer que nos hayamos vuelto tan cursi –comentaba Kid cubriendo su rostro con la mano –Si Doffy me viera se estaría burlando de mí y haciéndole un altar a Killer.

Todos empezaron a reír y los amigos del pelirrojo entendieron lo que trataba de hacer, siempre decía cosas absurdas cuando quería hacer el ambiente más ameno así que empezaron a seguirle el juego.

Almas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora