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Mientras que el espadachín trataba de encontrar el camino correcto a la casa del cocinero, el pelirrojo se encontraba indeciso entre tocar o no la puerta del rubio, hasta que por fin se dio por vencido y tocó.

–Voy enseguida –se escuchó desde dentro de la vivienda, al abrir la puerta noto como el pelirrojo estaba frente a él –Hey Kid, creí que no te vería hoy, realmente fue un día aburrido sin ti –comentó rascando su nuca nervioso.

–Hola Killer –saludo pasando sin más, ya se había vuelto costumbre el entrar a la casa del rubio sin pedirle permiso.

–Me explicaras por qué apareces de la nada a esta hora –preguntó mientras cerraba la puerta.

–Bueno, emmm, tengo que contarte algo, es algo bastante importante y loco la verdad –decía un tanto nervioso mientras tomaba asiento en el sofá.

El rubio había cerrado la puerta para pasar a sentarse a un lado del menor pero antes de que eso pasara, el de cabello rojo lo tomó de la cintura y lo colocó encima en su regazo.

–Qué quieres contarme –cuestiono acomodándose en el regazo del otro –Que quiere follarme, porque eso ya lo sé –sonrió despreocupado.

–Tu risa es hermosa –sonrió tomándole la mejilla al contrario –No es eso, bueno si quiero, joder sabes que quiero pero no es eso –dijo haciendo que el contrario lo viera a la cara –Lo que te contaré es jodidamente loco pero solo lo hago porque no quiero mentirte.

–Estas muy cariñoso y raro, me estas asustando –comento algo nervioso, tampoco es que pudiera estar tranquilo en la posición que estaba.

–Killer mírame a los ojos y si después de esto decides odiarme lo entenderé, pero te pido por favor que no me temas –técnicamente le rogó.

Iba a cuestionar el porqué actuaba así y decía esas cosas pero antes de siquiera formular una pregunta Kid había cerrado sus ojos para luego abrirlos, dejando ver que eran de un color rojo carmesí.

–Kid, tus ojos son rojos ¿por qué? –estaba muy nervioso, no entendía nada.

–Es porque soy un demonio cariño –dijo acariciando la mejilla del rubio –Y lo que te voy a mostrar seguramente no sea de tu agrado, verás toda mi vida en un instante, sabrás todo de mi sin ocultar absolutamente nada.

Hizo que el mayor cayera en una especie de trance momentáneo en el que vio todo lo vivido por el menor, lloro era inevitable para él no llorar, apenas y logro atinar a poner su barbilla sobre la cabellera roja de su acompañante.

–Oye y tu porque estas llorando –pregunto después de un rato en el que pudo calmar sus propias lágrimas.

–Cállate Killer, si me temes o me odias es obvio que estaré triste imbécil, además de que ya no podré follarte –decía de forma extremadamente dramática mientras hacía pucheros.

–Eres un idiota en serio, yo no te odio y créeme caperucita roja mucho menos te tengo miedo –respondía mientras se acomodaba en el pecho del menor.

–Espera no me tienes miedo –cuestionó un tanto incrédulo.

–No, por favor, quien mierda podría tenerte miedo –respondió entre risas mientras garabateaba formas en el pecho del menor.

–Perdona, soy uno de los demonios más fuertes en todo el maldito infierno y tu mortal no me tienes miedo –alzo una ceja impresionado de lo que escuchaba.

–Puff, créeme que no –afirmó alzando su mirada para darle la cara.

–Creo que me enamore aun más de ti –decía con un leve brillito en los ojos.

–Así que estás enamorado de mi, eso suena interesante –dijo sonriendo.

–Lo es, tener un demonio a tu merced, eres alguien temerario mi amor –decía de forma pícara mientras se enredaba un mechón rubio en su dedo.

–Jummm, demonio, quien lo diría tal vez por eso eres tan malditamente atrevido –comentó entre risas.

–Puede que sea eso o también sea porque me encantas –respondió mientras le brindaba pequeños mimitos al rubio.

–Sabes siempre creí que nada de eso era real y ahora tu estas aquí frente a mi como si nada, además no se supone que los demonios son malos y matan personas, acaso has venido a matarme? –no se sentía para nada en peligro al lado del menor por eso estaba tan en calma y dejándose consentir.

El pelirrojo tomó al mayor de las mejillas e hizo que lo mirara a la cara –Yo no podría hacerte nada y mataría a cualquiera que intentara hacerte daño –murmuró acercándose lentamente a los labios del contrario.

Hasta que ya no pudo aguantar más y simplemente lo beso, fue sencillo lleno de sentimientos al principio, para luego volverse más demandante convirtiéndose en una mini pelea para ver quien tomaba el control.

Kid empezó a meter su mano por debajo del suéter de Killer, quería más en serio lo quería, lo deseaba, pero se tuvo que contener –Tsk mierda no haré nada –dijo realmente fastidiado y alzando las manos en señal de paz.

–Interesante, te detuviste tú solo, creo que acabo de presenciar un milagro –comentó tratando de ocultar lo desilusionado que estaba, el también quería aquello pero no lo aceptaría en voz alta.

–¡Arg! cállate Kill, claro que quería seguir, pero tengo algo que hacer, así que me retiro –dijo levantando al mayor de su regazo –Oh, por cierto procura repetir esas palabras en la puerta cuando me haya ido –instruyó mientras le entregaba un papel.

–Y eso porqué o qué? –cuestionó algo confundido.

–Creemos que hay más demonios aparte de nosotros en esta zona y debido a ellos las desapariciones son mayores, eso –señaló el papel –Es una protección ya que eres el único que no tiene cómo defenderse de ellos eso te ayudara, es de un nivel alto y la única forma en la que pueden entrar es si tú les concedes el permiso, lo mismo pasa conmigo ya no podre entrar si no me das permiso antes y ahí están escritas las palabras exactas que debes decir para que pueda entrar –comentó tratando de recordar todas las indicaciones que le había dado Shanks.

–Wow, eso si es un poco complicado –dijo nervioso, no entendía mucho pero le haría caso al pelirrojo.

–Tranquilo si algo llega a suceder solamente di mi nombre, juro que estaré lo más rápido que pueda a tu lado –informó para luego depositarle un beso en los labios –Nos vemos después ángel.

Concluyó su despedida y se retiró con un notable cabreo de la casa del rubio, no podía creer que lo hubieran interrumpido en el mejor momento.

Por su parte Killer siguió las indicaciones que le dio el de cabellos rojos al pie de la letra, no eran tan complicadas así que no le costó mucho.

Cuando terminó tomó asiento en su sofá recordando lo ocurrido hace un momento, estaba feliz de que Kid le hubiera contado algo tan importante, aunque también se cuestionó el porqué se detuvo, cuando era el pelirrojo quien deseaba acostarse con él y a dónde habrá ido, pero lo mas raro es que aun tenia la leve sensación de que ya lo conocía de antes o tal vez simplemente se estaba confundiendo.

Almas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora