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Mientras que el monito caminaba lentamente hacia su casa pensando en todo lo que sucedió ese día, uno de sus hermanos estaba que no se quedaba quieto.

–Dónde está ese mocoso, me va a escuchar Sabo, me va a escuchar –afirmó mientras seguía caminando de un lado a para el otro.

–Cálmate Ace, seguramente se le hizo un poco tarde –comentó el rubio con calma.

Y justo antes de que el de pecas le hiciera algún tipo de reclamo escucharon la puerta abrirse.

–Estoy en casa –gritó el pequeño desde la entrada.

–Estamos en la cocina Lu –respondió el rubio.

Cuando iba entrando a la cocina, Ace se le aventó encima para abrazarlo y juntar sus cachetes –Estás bien Luffy, no te paso nada cierto –comentaba con un llanto fingido.

"No que te iba a escuchar" –suspiro y miro a sus hermanos –Ven Lu siéntate, Ace suéltalo que lo vas a ahogar –les indico –Dinos que paso porque llegaste tarde, estábamos muy preocupados –dijo Sabo con tranquilidad.

–Si ya iba a salir a buscarte –sentenció su otro hermano haciendo gestos exagerando.

–Lo siento es solo que discutí con Coby y me enoje así que fui a pensar un rato al bosque –respondió con timidez desviando la mirada de sus hermanos.

Los otros dos se quedaron en shock ante el comentario del menor.

–Queee eso pudo haber sido peligroso Luffy sabes que ese bosque es muy tétrico y si algo te atacaba, te secuestraban o algo peor –Ace fue el primero en reaccionar, histérico como era de esperarse.

–Pero no me pasó nada –contestó sin entender la frustración del otro.

–Eso es bueno pero deberías tener más cuidado, porque han habido desapariciones en ese lugar y puede llegar a ser peligroso, así que dinos Lu no viste nada raro o ¿si? –pregunto Sabo con notable nerviosismo en su voz.

–Bueno –"Mejor no les mencioné nada sobre Torao" –No vi nada fuera de lo común.

Luego del obvio regaño por parte de sus hermanos y de prometer que no volvería al bosque (cosa que no pensaba cumplir de eso estaba seguro) fue a su habitación dispuesto a pensar en lo sucedido ese día, el cual fue raro pero gracias a Law no se le hizo pesado.

Y ahora por alguna razón quería volver a hablar con Torao, le pareció un chico intrigante y misterioso pero sobre todo quería volver a ver sus ojos.

•••

Mientras tanto, al otro lado de la villa se daba un nuevo acontecimiento.

–Viejo ya me voy –decía el chico con cejas rizadas quien había terminado con su trabajo.

–Ten cuidado por las oscuras calles muchacho –contestó su abuelo el cual se quedaría un rato más en el local.

Sanji solo movió la cabeza de arriba abajo afirmando que le había escuchado y salió del lugar alzando su mano en forma de despido.

El rubio iba caminando dispuesto a descansar en casa, cuando de repente escuchó un ruido y luego de eso una maldición –Mierda donde estoy ya debería volver.

Escuchó muy cerca de donde estaba, así que no pudo con la intriga y fue a ver de quien provenía esa voz –Hola –saludo asomándose para notar como una cabellera verde se levantaba del suelo para mirarlo.

–¿Qué quieres? y ¿quién eres? –respondió mientras miraba agresivamente al rubio.

–Solo pasaba por aquí y escuche algo, nunca creí que me encontraría con una alga parlante –comentó entre risas al ver lo perdido que se encontraba el contrario.

Almas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora