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Shanks estaba nervioso, esa reunión le había causado mucho estrés, más si tomamos en consideración el hecho de que tenía que esforzarse el doble para que no notaran la presencia de sus sobrinos postizos.

Cuando aquella reunión dió por concluida le dijo a sus acompañantes que iría a dar una vuelta para refrescar la mente, siendo esta una excusa para poder ir al bosque.

Sus acompañantes no le interrogaron ni nada, solo querían ir rápido a casa para poder proteger a su hermanito o eso decían ellos.

Así que ahí estaba, en el bosque a la espera de tres idiotas, los primero en llegar fueron Trafalgar que al parecer se encontró a Zoro a mitad de camino y lo llevaba a rastras, a ambos se les notaba alegres por lo que suponía les había ido bien.

El último en llegar fue Kid quien se veía realmente cabreado murmurando insultos al aire.

–¿Qué sucedió? acaso Killer te largó de su casa –se burlaba entre risas Zoro.

–Cállate idiota, estoy demasiado cabreado juro que mato a alguien en estos momentos –dijo furioso dirigiendo su mirada al pelirrojo mayor.

–Lo siento a los tres, pero podrían escoger otro momento para hacer sus cochinadas y de preferencia sin que sea yo el que tenga que ocultar sus presencias –estaba ofendido por el enojo de los tres, aunque Kid era el que más lo demostraba sabía a la perfección que los otros dos se encontraban igual.

Los menores solo evitaron su mirada acusadora, tenían un leve rubor en sus caras era más que obvio que el mayor tenía razón en sus palabras.

–Bueno, bueno, solo estamos aquí para que nos cuentes qué tal la dichosa reunión –Law fue quien decidió dar por terminado el tema anterior.

–Como era de esperarse ustedes son los principales sospechosos, pero por el momento solo son sospechas no tienen nada contra ustedes –dijo el mayor con seguridad de sus palabras.

–Bueno, sabemos que este territorio es de otros demonios, así que lo más probable es que quieran inculparnos –contestó Zoro con suma seriedad.

–Es lo más probable, si tomamos en cuenta que con lo más mínimo los inculparan y es posible que esos demonios sepan el porqué están aquí, así que no descuiden a esos chicos, espero le hayas dicho lo que tenía que hacer –señaló a Kid.

–Claro que lo hice, aunque esos malditos deberían estar dementes como para meterse con nosotros –dijo amenazante.

–No, no lo harán solo tienen que provocar a los cazadores, así que sus objetivos serían las personas a las cuales somos más apegados –contestó con seriedad el tatuado –Así seríamos los culpables más obvios.

–Exactamente, ellos tienen protección dentro de su casa pero fuera de esta no tanto así que tienen que vigilarlos, estoy seguro que en la mañana sus familiares aumentarán la protección así que tendrán que escribirles lo que tienen que decir para que puedan entrar –les advirtió el mayor.

–Perfecto y que pasa si nos descubren o llegan a inculparnos –pregunto Zoro consciente de la respuesta.

–Bueno, es decisión suya, pero saben que no podrán volver en mucho tiempo, a menos que quieran arriesgarse a ser capturados –respondió el mayor con tristeza en su voz.

–Genial solo preveo desastre en este maldito caos –decía el pelirrojo menor agregando más dramatismo a las cosas.

–Ya cálmate aun tenemos tiempo para poder estar con ellos, aunque sea poco por lo menos los conocimos y de eso no me pienso arrepentir –respondió con calma el de cabellos negros.

–Wow si Cora-san te escuchara estaría muy orgulloso de saber que el amargado si tiene sentimientos –dijo Roronoa entre los aplausos de los otros dos.

–Son unos malditos dramáticos –murmuro molesto.

–Bueno yo tengo que volver mañana a casa así que les diré a sus padres lo sucedido –comentó lo último con rapidez.

–Queee nooo –gritaron los tres a la vez.

–No es tan necesario hacer algo así –contestó nervioso Law.

–Oh, claro que lo es –les señaló amenazante –Acaso no han tomado en cuenta que esos chicos tomen la decisión de irse con ustedes –interrogó a los menores.

–Eso no sería demasiado? –respondió Eustass con nerviosismo.

–En serio aún dudan de que esos chicos están loquitos por ustedes, mírense los tres están aquí sin haber sido rechazados, es más ni siquiera dudaron de ustedes –comentó mientras colocaba las manos en su cintura.

–Bueno si, pero el que decidan venir con nosotros ya es otra cosa, porque si nos descubren no podrán volver dentro de mucho tiempo –contestó el ojeroso aún dubitativo de que esa posibilidad exista.

–Entiendo que duden, pero esa decisión es de ellos, así que no se entrometan –finalizó el mayor.

–Está bien, tienes razón ya es algo inevitable –suspiro rendido –Nosotros nos vamos antes de que empiecen a preguntarse dónde estamos –les advirtió el pelinegro.

–Seguramente nos veamos mañana, así que hasta luego –se despidió para pasar a retirarse.

El mayor se fue del bosque dejando a los otros tres en un estado de confusión total, aun no podía creer lo sucedido.

–Como pudieron aceptar que éramos demonios tan fácilmente, ni siquiera dudaron en si confiar o no –pregunto el peliverde con notable curiosidad.

–Somos irresistibles que no es obvio –respondió el pelirrojo con una sonrisa arrogante.

–Cora-san siempre dice que el amor hace que la persona acepte todos tus defectos sin importar el que –sentenció el mayor.

–¿Así? A mi Doffy siempre me dice follatelo y adiós –hizo un puchero molesto –Pero no puedo hacer eso –reclamo mirando al cielo.

–Mihawk es pésimo expresando sus sentimientos así que no tengo nada que aportar –finalizó el peliverde.

Los tres se miraron entre sí y comenzaron a reír, no podían creer que ellos estuvieran angustiados por cuestiones amorosas.

–Lo más seguro es que mañana tendremos que pasar más tiempo juntos –afirmó Zoro.

–Ni creas, el imbécil este –señaló a Kid –Y yo tenemos trabajo, aunque sepamos que nos odian y nadie querrá acercarse a nosotros tenemos que disimular no saber nada –sentenció el mayor.

–Eso significa que seguiremos actuando normal –sonrió –Eso me gusta significa más tiempo con Killer.

–Lo que sea –volteo los ojos –El único inconveniente es que no podremos ir al restaurante ese, así que Zoro tendrás que esperar hasta que Sanji salga para poder entregarle la carta, lo mismo pasa conmigo tendré que encontrar un momento para ver a Mugiwara-ya aunque estoy seguro que estará con ese tal Coby –murmuró lo último algo molesto.

–Ufff hermano ese tipo te odia, solo con verlo se le nota que babea por el enano y tu llegaste a quitárselo –decía entre risas Kid.

–Cállate Eustass-ya, estoy seguro que él es quien está implantando esas sospechas sobre nosotros a los pueblerinos –sentenció serio mientras se daba la vuelta –Ahora vamos ya de este lugar, tengo hambre.

Se retiraron del bosque en tranquilidad cada uno pensando en sus cosas y anhelando que fuera mañana para poder ver a sus enamorados.

Almas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora