◆SHAY◆
10 DE ABRIL DEL 2011
Dormí acurrucada con Axl toda la noche, como si ambos temiéramos que todo fuese a cambiar después de este día y por esa razón sintiéramos la necesidad de estar tan juntos como fuese posible. Según lo que él dijo, el vuelo de nuestros padres llegará al medio día, lo que nos deja un par de horas extra antes de que eso pase. Entre los dos preparamos el desayuno que consiste en tortillas de huevo con jamón y queso, pan tostado con mermelada de fresa y leche. Estamos sentados a la mesa, tratando de salvar una conversación cuando resulta obvio que ninguno tiene los ánimos para hablar sobre temas banales.
Pico mi comida con el tenedor, sin mucho apetito, y me llevo un bocado. Estoy por repetir la acción, sonriéndole a Axl que está contándome algo sobre su profesor de Economía, cuando el timbre suena. Nos tensamos, cosa que no pasa desapercibida, y nos miramos a los ojos luego de echar un vistazo hacia la puerta.
Axl se aclara la garganta, arruga el ceño y se frota un lado del cuello. Me pongo rígida, con los hombros bien cuadrados y la espina dorsal tensa.
—Iré a ver quién es —le da un rápido trago a su vaso de leche antes de saltar fuera de la mesa—. Quizá es Matt —comenta distraídamente; escucho con atención cómo abre la puerta y luego respinga—. Diane.
Diane. Mi madre. Al oír su nombre cierro los ojos. Mi estómago se contrae y siento muchas ganas de vomitar lo que acabo de comer. Vale, el hecho de que se hayan adelantado es una sorpresa poco grata. No se supone que llegarían aquí mientras Axl y yo tomábamos el desayuno con el aspecto de recién levantados, él usando solo sus pantalones de chándal y yo una vieja camiseta enorme con pantalones cortos que se pierden bajo ella.
—Axl —esa es la voz de mi madre, la reconozco a pesar de que no suena como ella de algún modo.
Me niego a voltear para encontrarme con la escena que tanto he temido, y esperado al mismo tiempo, desde que Amanda me confesó el secreto.
Pasos se escuchan, me extraña no oír el repiqueteo de los tacones de mi madre. La puerta se cierra y abro los ojos, para este momento Axl ya está junto a mí, poniendo su mano en mi hombro. Le miro, el desconcierto predomina en su rostro. A pesar del enrojecimiento por el tiempo que se asoleó el día anterior, se le nota pálido.
El tiempo se nos agotó.
Asiente, dándome ánimos e invitándome a ponerme en pie. No sé si es lo mejor en este momento, las piernas podrían fallarme.
—Tu madre está aquí —murmura, pasándome las manos por los brazos.
Le pregunto con la mirada qué está pasando, no entiendo por qué no ha dicho «nuestros padres», sin embargo él no me responde. Tengo que verlo por mí misma. Me lleno de aire los pulmones y finalmente miro en dirección a nuestra visita.
Mi madre tiene el rostro hinchado por lo que parece haber sido un largo periodo de lágrimas. Solo ella, no hay ningún Martin Jones acompañándola, lo que me hace cuestionarme qué está ocurriendo en este preciso momento.
La vena de la frente de mi madre palpita, su cuerpo tiene un ligero temblor perceptible y los ojos hinchados están humedecidos. Axl mira de mí a ella, y viceversa, al menos tres veces antes de rendirse ante la tensión que emanamos. Suspira y frunce los labios, atrapado por la incomodidad. Se siente como si solo una palabra pudiera romperlo todo.
—Mamá —pronuncio, quedándome sin aire.
Ella desvía su mirada hacia Axl, que está a mi lado.
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Plan B
RomanceTras descubrir un inesperado secreto, la tranquila vida de Shailene Miller se convierte en un desastre que ella no está segura de poder -o querer- manejar. Shay no soporta el drama, y, sin embargo, ha terminado en el medio de uno. His...