Capítulo 34 - La amo de mil maneras

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◆AXL◆

01 DE SEPTIEMBRE DEL 2011

Cuando salgo del baño, no puedo evitar sonreír ante la imagen de Shay durmiendo plácidamente en la cama del hotel. Me acerco a ella, tratando de no despertarla, y aparto los cabellos de su rostro antes de besar su mejilla. Es increíble lo tranquila que luce cuando, unas pocas horas atrás, parecía haber perdido la cabeza con todo el asunto del pequeño Jesse viniendo al mundo antes de lo planeado.

Todavía no me puedo creer que realmente haya pasado. Y me refiero a todo, no solo al nacimiento del bebé. Es que, después del tiempo separados, es algo asombroso el hecho de tener a Shay a tan corta distancia.

Tomo una profusa bocanada de aire, disfrutando el aroma que ella despide. No puedo quitar esa sonrisa tontorrona que amenaza con dividir mi cara mientras me deslizo con suavidad a su lado.

Intento dormir pero, honestamente, lo único que quiero es admirarla. La había extrañado jodidamente mucho. Demasiado.

Debo admitir que pasé unas horas infernales pensando que algo malo le había ocurrido cuando le hablé a su mamá y ésta me dijo que ella había venido a Boston. Sin embargo, ahora que estamos juntos, y que puedo permitirme el sencillo placer de verla dormir, siento que soy el hombre más feliz sobre la tierra.

Para cuando Shay se despierta, después de varias horas, tengo todo planeado para hacer que pasemos un día increíble. Oficialmente ayer fue el último partido para mí porque debo volver a la universidad, sin embargo creo que este ha sido un verano muy gratificante y, espero, mi esfuerzo traerá su recompensa en algún momento. Los directivos se han mostrado interesados en mantenerme en el equipo, dijeron que hablaremos al respecto pronto. Es perfecto. Tan perfecto como esos ojos color miel que me están mirando con curiosidad en este momento.

—¿Qué? —dice, frotándose un ojo con la mano mientras bosteza.

—Nada —le respondo, apacible—. Es solo que no puedo superar el hecho de que estás aquí, Conejita.

Ella hace un puchero con los labios y estira sus brazos hacia mí, por lo que me acerco a la cama y la dejo que me rodee con ellos.

—Lamento que esta no fuera la mejor sorpresa de cumpleaños para ti.

—¿Bromeas? —inquiero—. Tenerte conmigo es la mejor sorpresa de cumpleaños que pude tener.

Su rostro está a la altura de mi pecho, por lo que beso su cabeza y la escucho suspirar.

—Además, ¿cuántas veces debo decírtelo? Nosotros nunca vamos por lo tradicional. Hoy festejaremos todo lo que no pudimos ayer.

—Eso suena muy tentador —murmura, echándose un poco para atrás, sin soltarme, para verme a la cara—. Hagámoslo después de visitar a los nuevos papás en el hospital, ¿vale?

—Vale —acaricio su nariz con la mía y ella suelta una risita—. Estaré cruzando los dedos para que nada se interponga en nuestros planes. No sé, no quiero que alguna invasión alienígena nos arruine las cosas o algo.

—¡Invasión alienígena! —replica, riendo—. Estás muy loco, Axl. Muchísimo.

—Pero solo por ti —le doy un guiño y ella niega con la cabeza al tiempo que pone los ojos en blanco.

Los padres de Reese se encuentran en el hospital para el momento en que los visitamos, ellos están locos de alegría por Jesse, incluso el señor O'Hare, que hasta hace poco parecía renuente ante la idea de tener un nieto. El hecho de que ellos estén allí, y que los padres de Jordan estén en camino, hace que Shay acceda sin ninguna objeción a seguir mis planes para este día.

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