◆SHAY◆
09 DE FEBRERO DEL 2011
Me remuevo en la cama, bostezando y frunciendo el ceño a causa de la luz solar que se cuela por la ventana. Hago amago de moverme, entonces me doy cuenta de que no puedo hacerlo. Cadenas en forma de brazos me retienen allí, Axl tiene su mejilla apoyada en mi vientre y está profundamente dormido.
Por un instante solo lo observo, recordando lo que hablamos la noche anterior. Seguimos en el limbo, estoy consciente de que no debemos estar juntos, pero no pude evitar decirle que lo amo porque es la verdad.
En mi celular, la hora me indica que se nos hace tarde; le doy palmaditas en el hombro y lo llamo por su nombre hasta que consigo que despierte.
—Um —bosteza—. Buen día, Conejita.
Se remueve, desenredando sus piernas de las mías, y me sonríe aflojando el abrazo en mi cintura. Lucha por abrir los ojos mientras presiona un rápido beso en mi abdomen que envía escalofríos por todo mi cuerpo.
—Llegaremos tarde al campus —digo, ahuyentando el estremecimiento—. Muévete, necesito ducharme.
Me libera y yo me pongo en pie. Estoy calzándome las chanclas para ir a la ducha cuando él, sentándose en la orilla de la cama, me atrae hacia sí. Sus manos están firmes en mi cintura mientras que su rostro está elevado para poder verme a los ojos.
—Voy a esperarte Shay, esperaré el tiempo que necesites para decirme eso que te atormenta. Respeto tu decisión de no hablar ahora, pero no me empujes lejos si no me vas a dar los motivos reales.
Me relamo los labios, proveo de oxígeno a mis pulmones y dejo caer mis manos en sus hombros llenos de pequeñas pecas.
—Axl...
—Solo... no lo hagas, por favor. No voy a presionarte, sé que estamos en un punto muy diferente al que estábamos a principios de Diciembre. Es complicado lo que hay entre nosotros, pero lo que me importa es que hay algo. Hemos estado juntos desde los ocho años, no puedo simplemente perderte.
Contengo las ganas de echarme a llorar. Me inclino y presiono mis labios contra los suyos a modo de respuesta, a sabiendas de que los demonios van a perseguirme cada noche por hacer esto.
—Voy a ducharme.
—Me cambiaré y prepararé el desayuno.
Sonríe de medio lado y me deja ir. Busco rápidamente una muda para vestirme luego de la ducha. La elección son unos jeans oscuros y una blusa holgada roja que dice COCA-COLA justo de la forma en la que aparece en las latas y etiquetas de la famosa bebida gaseosa.
Al salir del baño y dirigirme a mi habitación, alcanzo a ver a Axl en la cocina. Busco unos cómodos zapatos de piso rojos para ponerme, me cepillo el cabello y reúno todas mis cosas en un bolso que dejo en el sofá cuando me dirijo hacia la cocina.
Él ya se ha cambiado la ropa, lleva unos vaqueros y una camiseta de algodón blanca con mangas azules que se amoldan a sus brazos.
Me golpea el aroma delicioso de lo que se está cocinando en la sartén. Inhalo hondo y sonrío de forma automática, acercándomele.
—¿Panqueques? —le pregunto.
—Con Nutella, como te gustan.
—Eres el mejor. —Su sonrisa aparece conforme oye mis palabras, le sonrío de vuelta.
—Y el mejor te necesita a ti para serlo —dice, dándole la vuelta a un panqueque en la sartén con ayuda de la espátula—. Dentro de unos días tendremos nuestro primer partido y realmente me gustaría que fueras.

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Plan B
RomanceTras descubrir un inesperado secreto, la tranquila vida de Shailene Miller se convierte en un desastre que ella no está segura de poder -o querer- manejar. Shay no soporta el drama, y, sin embargo, ha terminado en el medio de uno. His...