Plan B

Capítulo 7 - Sin dirección

◆SHAY◆

11 DE FEBRERO DEL 2011

Matt llevará a Axl a recoger el auto cuando terminen su entrenamiento, el Challenger deberá pasar unos días más con algún mecánico para arreglar los daños del accidente.

Anoche, cuando Axl dijo que había hablado con su mamá y por eso había escapado del campus para estar solo, la paranoia me invadió. Creí que ella le habría contado lo mismo que a mí, no pensé que si eso hubiese ocurrido entonces él no me habría estado abrazando como lo hacía, solo me asusté. Ella no le contó lo que está pasando, pero tampoco le dijo algo bueno.

Amanda está mal, está sufriendo; y, aunque sé que no soy responsable, la verdad es que me duele. He pasado con esa mujer más tiempo que con mi propia madre, prácticamente me ha criado desde que tengo ocho años. La amo, la amo y me hiere saber cómo sufre por toda la mierda que está pasándonos.

Me mata que Axl también esté sufriendo.

Beso la mejilla de Reese y la de Jordan, despidiéndome en el punto donde ellos seguirán por la derecha, rumbo al estacionamiento, y yo continuaré por la izquierda, hacia las oficinas de la dirección.

La mujer de cabello negro, corto y lleno de rizos tupidos, me informa que el rector está ocupado, así que tomo asiento para esperarlo. Ella se vuelve a lo que sea que la mantiene ocupada en su ordenador y yo agarro uno de los libritos promocionales que hay en la mesita de centro.

Lo ojeo, leyendo de pasada una vez más la información del perfil de los alumnos de Arquitectura, las oportunidades laborales y en general un resumen de la carrera.

Cambio de página y me detengo en el apartado dedicado a Animación y arte digital. Leo la información, pese a haber investigado al respecto en internet todo el fin de semana, y sonrío. Espero aun estar a tiempo para enmendar una decisión equivocada.

La puerta de la oficina del director se abre, el hombre de baja estatura y cabellos canos sale con una sonrisa, palmeándole la espalda al que parece ser el atractivo y muy rubio hermano perdido de Chace Crawford.

—Señorita Foley, por favor reciba los documentos de Steven Young y explíquele todo lo que deba saber para incorporarse mañana mismo con nosotros.

El rubio, que tiene cierto aire intelectual, le dirige una sonrisa a la secretaria, a quien seguramente le hace mojar las bragas por la cara que pone. Me aguanto las ganas de reír porque los ojos del señor Stewart me encuentran.

—¿Puedo ayudarla en algo señorita Miller?

Hay que reconocerlo, el hombre tiene una gran memoria para aprenderse los apellidos de la gente. Asiento rápidamente, colgándome la bolsa al hombro para ir con él.

—¿Puedo hablar con usted un momento?

El rector mira a su hormonada secretaria que actúa torpemente frente al tipo atractivo y, rodando los ojos, me invita a entrar a su oficina.

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14 DE FEBRERO DEL 2011

Es día de San Valentín, toda la mañana ha sido un tormento en el campus. La gente anda vomitando arcoíris y parecen tener corazones brotando de sus ojos; el empalagoso romanticismo barato me tiene mareada, es por ello que estoy realmente feliz de terminar mi horario a las once. Cuatro horas han sido suficientes para mí, Reese tiene dos clases más que yo, así que me despido de ella cuando soy libre para ir a casa.