◆AXL◆
26 DE FEBRERO DEL 2011
Sé que el hecho de que dormí con Cindy ha aumentado el abismo entre Shay y yo, puedo sentirlo. Aunque regresó a la casa, no quiso decirme con exactitud el motivo por el cual se escondió de mí y tampoco me habló sobre lo que está pasando con su mamá, ellas siempre se han llevado de maravilla pero desde la pasada Navidad eso ha cambiado. La verdad es que todo ha cambiado, joder.
Me permitió abrazarla y me dio la impresión de que ya no está furiosa conmigo, es cierto, pero no hubo nada más que eso. El pequeño progreso que conseguí hace unos días, cuando aceptó que me quiere y nos besamos, ha sido diezmado por el error de aceptar unos puñeteros pastelitos. Siento que odiaré a esos pastelitos y a la chica que me los dio el resto de mi vida. Justo ahora mi relación con Shay se encuentra navegando a la deriva. No solo sigo sin saber el motivo por el cual me terminó si evidentemente me quiere, sino que he añadido una razón extra para que se mantenga firme en no darle una oportunidad a lo nuestro.
Esta mañana quedó de venir al partido; llegué al campo a las diez, según lo estipulado por Wilson, y Shay prometió llegar más tarde. Específicamente a las doce que inicia el juego.
Hago los ejercicios de calentamiento que nos indica el entrenador, regañándome mentalmente al pensar en la posibilidad de que Shay no venga. El otro día hizo un comentario acerca de que el hecho de que ella no esté presente no debe influir en mí para el partido, la verdad es que tiene razón. Fui honesto al decir que si estuviera enferma entonces yo estaría cuidándola, pero en cuanto a otras situaciones debo aprender que puedo concentrarme en el juego aunque ella no esté.
Me encanta que venga a los partidos, no mentiré, me gusta que me apoye en algo que amo. Saberla allí me hace sentir confiado; pero incluso si no está en las gradas, Shay siempre permanece en mi corazón. Tiene razón al decir que no es un amuleto. La amo, pero también amo el béisbol, jugar es mi pasión y si realmente deseo conseguir ser firmado por un equipo de grandes ligas, cosa que prometieron que conseguiría al venir a esta universidad, entonces debo concentrarme en dar lo mejor de mí aunque el estadio esté vacío. Es algo que debo y quiero hacer por mí.
Wilson termina de dar las últimas indicaciones para el partido y entonces nos deja unos minutos a solas antes de que salgamos al campo de juego de nuevo. Me siento, colocando una pierna de cada lado de la banca, junto a Matt. Él está frunciéndole el ceño a su teléfono, le doy un empujón para que me haga caso.
—¿Estás viendo porno de mala calidad o por qué pones esa cara?
—Míralo tú mismo —dice, pasándome su teléfono sin una pizca de ánimos para bromear, lo cual es raro en él.
Lo que me enseña es una publicación en Facebook de Zoey, la morena con la que estuvo saliendo un tiempo antes de graduarnos del instituto. Es una clara indirecta para él donde despotrica bastante sobre los hombres miserables que juegan con las mujeres y que terminarán solos porque son unos putos. No puedo creer que tenga tantos «me gusta» y comentarios donde a más de una de sus amigas se les olvidó que era una indirecta y fueron atrevidas al mencionar el nombre de Matt.
—Pensé que esa chica ya te habría superado a estas alturas.
—Le llamé anoche —confiesa, cepillándose el cabello castaño con los dedos mientras frunce el ceño.
—Cabrón, ¿por qué hiciste eso? No me digas que no dejas de pensar en ella o alguna mierda como esa...
—Sí he pensado en ella —admite de mala gana—, pero no en el sentido que crees. Solo detesto que se quedara con la idea de que soy un tipo de la peor calaña. Y además toda la basura que me dijo sobre acabar siendo como mi padre sigue taladrándome el cerebro. Pensé que a estas alturas ya habría dejado atrás el enojo, así que le llamé porque creí que me dejaría explicarle lo ocurrido y tal vez podríamos hacer las paces.

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Plan B
RomanceTras descubrir un inesperado secreto, la tranquila vida de Shailene Miller se convierte en un desastre que ella no está segura de poder -o querer- manejar. Shay no soporta el drama, y, sin embargo, ha terminado en el medio de uno. His...