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- ¿Me vas a responder? - Aizawa suspiró cansado, desenrredando sus brazos y metiendo las manos en sus bolsillos. - Eres muy jóven para que esto no te afecte, no tienes que fingir si tu abuela no está aquí. -

Esa última frase hizo que _____ rompiera al fin en llanto, empezando con dos lágrimas que pudo retirar con rápidez, seguidas de muchas más, que terminaron por empapar todas sus manos y mejillas. La tensión de su cuerpo salió por sus lágrimas, haciendo que sus músculos se destensaran y cayera de rodillas en el suelo.

Aún que Aizawa buscaba que la chica se desahogara, se sentía algo incómodo al verla llorar sin él hacer nada. Por lo que con algo de inconformidad, se acercó a la chica y también se arrodilló en el suelo para abrazarla contra su pecho. Acariciaba su cabeza de manera un poco torpe para consolarla, estos temas no se le daban bien.

A _____ le sorprendió el acto de Aizawa. No hacía falta hablar mucho con él o sobre él para saber que era un hombre muy frío en respecto a este tipo de situaciones, por lo que valoró mucho lo que estaba haciendo en esos momentos.  Correspondió a su abrazo sin poder dejar de llorar, y llenó de lágrimas la camiseta del moreno.

Sus temblores y sus lágrimas fueron cediendo durante los minutos siguientes entre la firmeza de los brazos de Aizawa. Cuándo la chica ya se encontraba más calmada, el moreno levantó su rostro para verla.

- ¿Ves cómo necesitabas llorar...? - Suspiró el hombre serio.

- G-Gracias, de verdad... - Suspiró la chica terminando de secarse las lágrimas con sus dedos.

- ¿Por qué no te desahogas igual con tu abuela? - Preguntó mientras ambos se levantaban del suelo.

- No puedo. - Suspiró la jóven. - Ahora con el estado de mi madre, mi padre y mi abuela procuran de todas las formas que yo no sufra o que lo haga lo menos posible. - _____ agachó la mirada. - Pero es mi madre, y no solo ella, mi padre y mi abuela también sufren por esto, y sé que si yo no puedo animarles, ellos se hundirán más...- La chica confesó antes de sentarse en la silla de la mesa.

- Eso no puede ser así. - Declaró tajante Aizawa. - Ellos son los adultos, ellos son los que se deben hacer cargo de ti y no al revés. - Aún que sonara duro y tajante, el moreno llevaba la razón.

- P-Pero esto nos ha llegado de sorpresa a todos... - La jóven seguía justificando las acciones de los adultos de su vida.

- ¿Y qué? - Aizawa levantó una ceja algo molesto. - Ellos son mayores que tu, deben tener más conciencia al tratar con temas así. De ti no depende la estabiliadad emocional de tu familia, más bien sería al revés. - Sentenció antes de que tocaran la puerta.

- Shota, tus alumnos están solos en clase, debes ir cuanto antes... - Habló Cementos al abrir la puerta.

- En seguida voy. - Indicó serio a su compañero, y cuando éste se retiró ofreció su mano a _____. - Ven, te acompañaré hasta los baños, necesitas refrescar tu cara...-

De cierto modo, Aizawa dedicó mucho más su atención a _____ en esos minutos, de lo que lo hacían últimamente los adultos de la vida de ésta.

Tras ayudarla a levantarse, _____ fue acompañada por él a los baños de la academia, ella entró sola y con agua fría lavó su rostro y refrescó su nuca. Suspiró unos segundos tras secarse el exceso de agua mientras se miraba al espejo, sabía que a lo largo de el día llevaría los ojos irritados de tanto llorar.

Al salir, ya no vió a Aizawa, por lo que supuso que fue a su clase, no podía permitirse retrasarse más.

Se llenó de valor y llegó a la enfermería, en el tiempo que ella tardó, a su abuela ya le había dado tiempo a ir y contestar una llamada.

ENFERMERÍA (BNHA) [Bakugou & _____]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora