Ha pasado un mes desde que Mohammed se fue a Marruecos. Está cumpliendo su palabra ya que todos los días me llama para preguntarme como estoy. Nuestras conversaciones son muy cortas y aburridas.
He llevado mi vida normal, desde que me despedí de Elías me he dado cuenta de que tengo la oportunidad de seguir con mi vida. Mi rutina diaria se basa en ir a la universidad, mis entrenamientos y estar con mis hermanos.
Hoy tengo una cita junto con mi madre para ver el vestido de novia que usaré en la boda. Ella me dice que no importa el precio del vestido, lo va a comprar como un obsequio. No tengo ánimos, pero ya estoy aquí entrando a la tienda de vestidos donde según mi madre y sus amigas se encuentran los más bonitos de todo México.
—¿Tienes en mente algún modelo?—pregunta mi madre y niego.
Sinceramente si tengo un modelo de vestido en mente ya que estuve viendo algunos vestidos en internet estos días. Ese día quiero lucir espectacular y ser el centro de atención, aunque todo sea una mentira.
—Buenas tardes, señora Isabel. Soy Victoria Andrade—saluda una mujer vestida formalmente con un toque de elegancia—. Charlotte, es un gusto conocerte—me saluda de beso mientras sonríe, finjo estar contenta para no levantar sospechas de que estoy en la tienda a la fuerza.
—Aún no tenemos un modelo especial por otra parte tú eres la experta ¿podrías buscar algunos vestidos para Charlie?—pregunta mi madre mirando los vestidos de exhibición.
Todos los vestidos son muy bonitos y creo que hay un vestido para cada novia. El vestido que voy a escoger tiene que ser perfecto ya que será la primera y última vez que me voy a casar.
—Ponte cómoda Isabel, puede que tardemos un poco—dice Victoria cuando entramos a una sala de espera muy acogedora—. Charlotte vendrás conmigo a un vestidor para que puedas probarte los vestidos que les quieras mostrar a tu familia.
Camino al lado de Victoria hasta una habitación donde me espera una bata de color rosa pastel y unas pantuflas del mismo color. Mis hermanos junto con mi padre no tardan en llegar para estar presentes en la prueba del vestido.
Victoria sale de la habitación y mientras me pongo la bata mi teléfono suena indicando una llamada entrante; tomó el teléfono para ver de quien es la llamada, Mohammed, árabe aburrido.
—Hola—digo tomando la llamada en el momento que me coloco las pantuflas.
En el fondo se escucha la risa de una mujer, por lo que ruedo los ojos. Es increíble que quiera hablar conmigo cuando esta con otra mujer y no quiero ni imaginar que está haciendo.
—Hola preciosa, ¿Cómo estas?—pregunta alegre pero se escuchan ruidos y gemidos a través del teléfono.
Asco Mohammed, me das asco.
—Estoy muy bien. ¿Cómo estás?—pregunto fingiendo no escuchar nada de lo que está haciendo con aquella mujer.
—Igual estoy muy bien. ¿Qué haces?—pregunta entrecortado y afirmo que está teniendo relaciones.
Sé perfectamente que está teniendo sexo porque mis hermanos me han llamado en esa situación y hacen lo mismo. No me enojo porque como bien le dije no me interesa su vida sexual. Pero el día que nos casemos le dejare en claro que no quiero quedar como la mujer engañada.
—Estoy en la prueba del vestido. Tengo que irme—digo asqueada y cuelgo la llamada.
Victoria entra con varios vestidos en sus empaques. Ella está muy emocionada por las expresiones que hace y me muestra el primer vestido que es de estilo princesa con demasiadas capas de tela y rápidamente niego. No soy fan de esos vestidos, siento que estorban mucho.
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Charlotte
RomanceCharlotte Saavedra es una nadadora profesional mexicana que toda su vida ha perseguido sus sueños al lado de sus mellizos. Mohamed Asad es un árabe millonario y el hijo mayor de los Assad. Desde pequeños sus familias los unieron para que al cumplir...