Charlotte
Unos ruidos en la habitación provocan que despierte. La luz del sol entrando por el balcón me ciega por unos segundos y poco a poco mis ojos se acostumbran. Me siento sobre la cama y suelto un bostezo sonoro.
—Buenos días, preciosa—saluda alegre Mohammed mientras se coloca su corbata.
—Buenos días—digo con pocas ganas mientras camino al baño.
Salgo a la habitación aún con mi pijama puesta y observo un carrito con comida en la pequeña sala.
—Puedes ir a desayunar con tu familia. No tengo problema con eso—digo tomando mi teléfono para responder los mensajes de mis hermanos.
Ellos deben estar durmiendo ya que hay una diferencia de seis horas. Aún no me acostumbro a este cambio de horario.
—Desayunare con mi esposa. Ahora tú eres mi familia, Charlotte—dice sonriendo y lo miro fijamente buscando burla de su parte, pero no la hay.
No logro procesar sus palabras. Se está tomando muy enserio esto del matrimonio.
Me siento en el sillón que esta desocupado y tomo un plato para servirme un poco de fruta. También tomo unos hot cakes y una taza con café.
Estoy comiendo mi fruta tranquila mientras veo mi teléfono y me doy cuenta de que Mohammed no deja de verme mientras sonríe como un idiota.
—Eres muy hermosa—dice con una sonrisa seductora y lo miro con una ceja alzada.
—Desde luego que soy hermosa. Tuviste suerte de que haya aceptado casarme contigo cuando todo esto termine podrás decirles a tus hijos que estuviste casado con una mujer tan hermosa y una excelente nadadora—digo orgullosa y sigo comiendo mi fruta.
—Espero que mi suerte mejore y así poder besarte las veces que yo quiera. Sin duda le diré esa historia a nuestros hijos—dice coqueto y me ahogo con el café que estoy bebiendo.
¿Quién se cree ese inútil para hablarme de esa manera? Desde luego que mis mejillas se pintan de rojo y él sonríe triunfante.
—Eres un imbécil. Ni siquiera nos conocemos y ya quieres que tenga un hijo tuyo, sigue soñando con eso—digo lanzándole un pañuelo en su cara—. ¿Cómo celebran la cena de noche buena?
—No lo celebramos, Charlie. Es la primera vez que lo haremos solo porque estás presente y queremos que te sientas cómoda—responde mientras deja sus platos sobre el carrito—. Solo será una cena e invitaremos a la familia y amigos.
—¿No celebran la navidad?—pregunto sorprendida.
—Yo empecé a celebrarla cuando estuve en Estados Unidos por mis estudios universitarios, en cambio en Marruecos nuestro calendario y festividades son distintas. Solamente los extranjeros festejan la navidad y la fiesta de fin de año.
—No sabía eso—respondo sorprendida mientras termino de beber mi café.
—Será una cena de gala. En el resto del día una chica traerá el vestido que debes usar—acaricia mi cabello y me da un beso en la frente—. Adiós, mi amor. Nos vemos más tarde y no me extrañes.
—¿Vestido que debo usar?—pregunto confundida, pero es tarde porque Mohammed ya no está en la habitación.
El resto del día se paso demasiado rápido ya que estuve encerrada en la habitación viendo películas, desempacando mi ropa y salgo al balcón para ver como quedaba la decoración del jardín ya que no quiero ver el rostro de Aliyah y terminar ofendiéndonos.
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Charlotte
RomanceCharlotte Saavedra es una nadadora profesional mexicana que toda su vida ha perseguido sus sueños al lado de sus mellizos. Mohamed Asad es un árabe millonario y el hijo mayor de los Assad. Desde pequeños sus familias los unieron para que al cumplir...