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-¿Qué? - habla la reina por primera vez. 

Su mesa entera se remueve incomoda, el chico de ojos verdes me mira con el ceño fruncido, parpadea tratando de reconocerme. La puerta detrás de mí se abre de golpe, Jean se da media vuelta y miro sobre mi hombro, sonrío al ver a Cedrick. Regreso la mirada al frente y cruzo las piernas, exhalo relajada. 

-Cedrick - dice el hombre de barba. 

-Zachary - le responde mi tío -. No has envejecido nada. 

Zachary sonríe forzosamente, mi tío se detiene a mi izquierda, inclina la cabeza ligeramente ante la reina. Me muerdo el interior del labio para reprimir una sonrisa. 

-Los pasillos se sienten honrados de su presencia, conde - dice la reina -. Ha sido invitado en varias ocasiones desde que inicio mi regencia. 

-Las veces anteriores me parecieron innecesarias - coloca su mano en mi hombro -. Solo vine por mi sobrina. 

-¿Sobrina? - repite Zachary. 

-No directa, claro - sonríe -. Es la hija de mi prima, la cuido como si fuera mía desde que represento a la familia. 

-¿Cuál dijiste que era tu nombre, querida? - me mira Zachary. 

-Y/N Beltaine.

-¿Beltaine? - miramos a la izquierda, un hombre de la edad de Cedrick habló. 

-Levi - exclama mi tío -. Te recuerdo bien, amigo. 

Levi reprime una sonrisa e ignora las miradas que se ciernen sobre él. 

-Lamento las molestias que haya causado Y/N - mira a la reina con respeto -. Tenga por seguro que no se volverá a repetir - mira a Jean de reojo. 

-No dudo de su palabra, conde Belatine - la reina se pone de pie -. Pero su sobrina es buscada por toda la isla, debe de ser juzgada por sus crímenes. 

Una media sonrisa se esboza en Jean, me pongo de pie. Apenas y le llego al hombro pero eso no me intimida, tengo a Cedrick a mi izquierda, se acerca a mí para mostrar respaldo. 

-Ya veo - mira a la hilera de mesas a nuestra derecha -. Entonces asumo que el conde Bast será juzgado por su red de bares ilegales, la esposa del conde Wright será juzgada por haberse robado el dinero donado a la caridad y... - me mira. 

-Y los burdeles del conde Frost. 

-Cierto - me agradece, ambos miramos a la reina -. Y sin mencionar que el trato al que se llegó anoche fue roto. 

-¿Qué? - preguntamos Jean y yo. 

Cedrick adopta una actitud seria, la que me enseñó cuando tuviera que asesinar a alguien. Impasible, irrompible e impenetrable. 

-Y/N se ofreció a ella misma con tal de evitar un encuentro violento - mira a Jean -, ¿cierto? - el soldado asiente, se ve confundido -. Pues no se respetó ese acuerdo, tengo un hombre con un disparo en el abdomen. 

-Cedrick... - digo en voz baja. 

Por un momento creo que está inventando cosas para que me dejen ir, pero Cedrick no era así. Podía liderar una mafia y gobernar la Ciudad Subterránea, pero no era un mentiroso. Nunca lo había sido, él me dijo que mi abuelo me repudiaba sin siquiera haber nacido. 

-Mi hombre reconoce a este soldado de la Legión como Floch - Jean baja la mirada -. O por lo menos ese fue el nombre que nos dio. 

Miro la sala en busca de Floch, lo recuerdo bien, estaba furioso con la idea de que la Legión tuviera un precio. Sigo la mirada de Jean, Floch mantiene la barbilla en alto. 

Bastarda (JeanKirsteinxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora