Bastarda (JeanKirsteinxLectora)

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Jean's POV

Por milésima vez en la noche miro a la cama, los niños no han rodado por ella y tuve que darle mi manta a Y/N. De por sí había agarrado frío en cubierta, podía enfermarse por dormir en el suelo, y además no podía dormir, el moretón en la espalda del niño más grande me había movido la conciencia. 

Y/N se gira en las cobijas, su mano había soltado la daga hace rato. Hacía años que había conocido a los de la Legión, Marco fue la primera persona en la que confié con rapidez y por él entré a la división más suicida de todas, por lo menos antes de que supiéramos que había más personas más allá del mar. Anoche había vuelto a bajar la guardia fácilmente, y Y/N me recordó porque no hacerlo. 

Era un tipo fácil de leer, mis sentimientos por Mikasa no eran secreto, pero que una desconocida se hubiera dado cuenta tan rápido me recordó lo vulnerable que soy. Mi madre me lo dijo cuando era niño, que los sentimientos nos hacían humanos. Está equivocada. El dolor es lo que nos hace humanos. 

Un dios no sufre, un dios puede salvar a las personas, un dios no ve a su amigo arder entre llamas.  

No podía dejar que viera a través de mí tan fácil. No la conocía y había bajado la guardia como si lo hiciera, pero para ser honesto ¿quién le ofrece dulces a la persona que la arresta? Eso me hizo bajar la guardia, creo. 

Me pongo de pie y voy a la salida, cierro la puerta sin hacer mucho ruido. Había empezado a llover hace una hora, el barco había bajado de velocidad, probablemente deberíamos pasar la noche del día siguiente en el pueblo. 

Levanto la mirada, las nubes de tormenta sueltan lluvias sobre la cubierta del barco. Me apoyo en la pared, el agua salpica en mis botas, miro a mi derecha. El camarote de Holly, la rubia que conocí en la tarde, estaba por allá. Podía ir con ella y pedirle disculpas por lo de la tarde, tal vez explicarle que los niños no eran mis hijos, ni siquiera sabía sus nombres, pero no tenía sentido. 

Estiro la espalda y suspiro con pesadez, estiro el cuello y me doy media vuelta, cuando regreso al camarote escucho una respiración agitada. Por un momento creo que uno de los niños empezó a asfixiarse pero me encuentro a Y/N con la cara pálida, sudor frío en la frente y la mano en su pecho tratando de calmar su respiración. 

-¿Estás bien? - me mira. 

-Sí - miente -. Solo tuve una pesadilla. 

-Ya - cierro la puerta y voy a la mesa, giro la silla y me siento frente a ella -. Empezó una tormenta hace unas dos horas y tuvimos que bajar la velocidad, el canal empezó con fuerte oleaje - asiente con la mirada perdida -. Tal vez lleguemos mañana por la tarde. 

Apoya la cabeza en la cama. 

-Vamos a estar juntos por mucho tiempo - dice -. No podemos desconfiar del otro todo el tiempo. 

-¿No confías en mí? 

-Me encarcelaste. 

-Porque robabas mi equipo - me mira de arriba a abajo. 

-¿Cuál es tu rango? - se abraza las rodillas. 

-Eso es confidencial. 

-¿Para qué buscamos a Cecily?

-Eso también es confidencial. 

-Entonces dime algo que no sea confidencial - suspira desesperada -. ¿Cuál es tu color favorito? 

-Negro - agradezco que estemos a oscuras, la luz que entra por la ventanilla es la única que hay -. ¿El tuyo?

-Eso es confidencial - ruedo los ojos, su risa mueve algo dentro de mí -. ¿Has visto el cielo de noche?