Bastarda (JeanKirsteinxLectora)

5

Después de esa pequeña conversación en el camarote, Jean solo me respondía con monosílabos. 

"¿Quieres comer? Sí".

"¿Estás mareado? No".

"¿Seguro que no? Sí".

"¿Dulce o salado? No".

¡Me saca de quicio! Solo había mencionado a Mikasa y de repente se había cerrado ¡de nuevo! Aunque por lo menos eso había confirmado mi teoría: estaba enamorado de Mikasa y no le gustaba que lo expusieran frente a él. 

Vamos a estar juntos por un buen y largo rato, sé que voy a volverme loca si no consigo por lo menos sacarle una oración completa. Me preocupaba que nos termináramos matando pero creo que primero moriría yo de aburrimiento. 

"¿Has visto el mar? Sí".

"¿Cómo es? Meh".

"¿Me odias de nuevo? No".

"¿Entonces por qué no hablas conmigo? Eso estoy haciendo". 

Al final me rendí con él y subí a cubierta. 

Siento el calor de la tarde en la piel, me había puesto a jugar con los dos niños que casi me tiraban hace un momento. Habían traído piedras con ellos y estábamos viendo quien alcanzaba la otra orilla del río, eso fue hasta que se les cansó el brazo y les compartí de mis dulces. 

-¿Qué son? - pregunta Niko, con cabello color trigo y pecas por todos lados. 

-Mangos deshidratados - digo con la boca llena -. Están espolvoreados de chile, pueden ser ácidos o dulces. 

-¡Dulce! - exclama Tadeo, con cabello naranja y ojos de distintos colores. 

Tadeo se talla el ojo con iris verdes mientras toma un mango, se lo lleva a la boca y Niko se ríe al ver la mueca que le cruza la cara, me rio bajito y busco un mango dulce. Tadeo se lo lleva a la boca con desconfianza pero sonríe mostrando todos sus dientes al probar que es dulce. 

-¿Te gusta? - asiente -. A mí también me gusta lo dulce.

Me siento y apoyo la espalda en el metal de la espalda, Niko y Tadeo se sientan frente a mí, coloco la bolsa de dulces en el centro. 

-¿A dónde van? - pregunto. 

-A Nedlay a visitar a los abuelos - dice Niko -. Eso dijo mamá. 

-¿Dónde está su madre?

-Durmiendo - me responde Tadeo. 

-¿Quién es el mayor? 

-Tadeo - dice Niko -. ¿Tienes hermanos? 

-No - respondo -. Mis padres murieron antes de que pudieran darme un hermano, pero tengo un sobrino de cuatro años al que quiero mucho. 

-¿Cómo se llama? - pregunta Niko interesado. 

-Castiel, pero le digo Cas. 

-¿Le podemos decir así? - asiento a la pregunta de Tadeo -. ¡Cas! 

-¿Y cuál es tu nombre? - aguanto la risa. 

Habíamos pasado horas jugando pero nunca les había dicho mi nombre, tomo un mango. 

-Mi nombre completo es Myra Y/N Beltaine - digo -. Pero díganme Y/N. 

-Y/N - dice Niko lentamente -. Que raro nombre. 

-Me lo han dicho - sonrío. 

Los niños tiemblan frente a mí y se acercan el uno al otro, me quito el saco y lo pongo sobre sus hombros. Miro el cielo, empieza a ponerse azul, la noche está cayendo al igual que la temperatura, por el aire que me pega de repente, doy por hecho que nos encontramos cerca del bosque.