Bastarda (JeanKirsteinxLectora)

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N/A:

Oigan, yo siempre les doy un capítulo cuando la historia llega a los 100 votos y ya hasta los pasaron. 

Muchas gracias, espero que las historia vaya siendo de su agrado. 

XOXO, Juno.

Eren me había enseñado parte de su vida, solo lo necesario para saber cómo mi sangre funcionaba con el poder titan. Me abruma la idea de solo vivir trece años más. Vi que hablaba con una mujer alta y rubia de cabello corto, su nombre era Yelena; y también a Zeke, dos marleyanos que querían derrocar a Marley. 

Según los recuerdos de Eren, Yelena era la intermediaria entre ambas partes ya que Zeke debía estar en el continente para que no sospecharan de él. Era Yelena quien recibía y mandaba los mensajes. Y luego estaban los Azumabito, los antecesores de Mikasa, que les interesaba más el dinero que la última descendiente asiática en Eldia. Los Azumabito habían venido a ayudar con la comercialización con otras naciones, pero obviamente, esas naciones estaban aterradas de los "demonios" de la isla. Así que se negaron. 

Fue entonces que Eren tuvo que recurrir a otro plan, y para activarlo necesitaba la sangre real. Era una desgracia que a Zeke le quedará poco tiempo, y aún peor que Historia fuera la única persona con la sangre Real en la isla, o por lo menos hasta que lo confundí con Frieda. Su corazón había saltado de esperanza, Historia no tendría porque vivir lo mismo que él. En ese aspecto lo comprendía, quería que sus amigos vivieran más que trece miserables años. 

Sus esperanzas se derrumbaron cuando Jean les dijo que Cecily no era una Reiss mientras yo estaba afuera caminando por las calles de Trost. Fue momentos después de eso que me lo encontré frente a la piedra que tapaba el hoyo en el muro, su corazón estaba en dolor por tener que sacrificar a su amiga. Hasta que tocó mi lunar y vio mis memorias. 

Incluso me mostró una de hace dos años, Historia le había puesto una medalla en el cuello, Eren tomó su mano para besarle el dorso y sus labios tocaron una tenue mancha en la piel de Historia. La misma marca de nacimiento que tenía en mi costado. 

Y la esperanza volvió a nacer en él. Yo me comería a Zeke y le ayudaría en su plan de destruir a las personas al otro lado del océano.

Cecily se remueve a mi lado y se despierta de golpe, respira de alivio al verme. Estiro mi mano y tomo la suya, Cecily se quita la manta del cuerpo y se acerca a abrazarme. 

Habíamos sido noqueadas al patalear por tratar de liberarnos, solo así pudieron movernos. Se habían llevado a Jean a otro lado mientras Eren me mostraba sus memorias, no tenía idea de donde se encontraba, no sabía si lo iban a tomar como traidor. Nos habían llevado a mí y a Cecily a uno de los edificios del ejercito de Eldia. Cuando desperté no tenía mi daga por lo que no había manera de tratar de forzar la cerradura. 

-¿Qué pasó con tu esposo? - pregunto después de decirle lo que pasó. 

-Floch le disparó en la pierna para que no pudiera ir tras de mí. 

-Voy a matarlo - se ríe. 

-No si yo lo hago primero. 

Cecily recarga la pared en la espalda. 

-Así que eres una princesa - niego. 

-Soy una bastarda - digo -. El puesto en el trono ya está ocupado.

-¿Cómo te vio la maldita marca? - la miro con ojos de cachorro -. Eres una idiota - me río. 

El recuerdo que me mostró hace rato me asalta la mente. Por eso se había despedido con mi primer nombre, estaba tan nerviosa esa noche que ni siquiera me di cuenta que me llamó por el nombre que casi nadie conoce, por un nombre que jamás le mencioné.