Bastarda (JeanKirsteinxLectora)

9

Me salió un compromiso y les voy a adelantar la publicación de los caps.

Tadeo espera sentado en una cubeta mientras baño a Niko, quien hace lo posible para no quedarse dormido por el masaje en su cuero cabelludo. La puerta se abre y reconozco a Jean cuando estornuda, Tadeo se baja de la cubeta y corre a la habitación. Por la puerta del baño, veo a Jean sacar algo de una bolsa, toma a Tadeo y regresa al baño con él.

Tomo agua con la taza de acero inoxidable y le enjuago el cabello a Niko, se sobresalta cuando un poco de agua le entra al ojo, me rio enternecida. Levanto la mirada a Jean mientras enjabono los brazos de Niko.

-¿Qué compraste?

-Pintura vegetal - abre el bote y comienza a llenarle el cabello a Tadeo -. Se quita con dos bañadas, hice que el vendedor lo comprobara - me río -. Ni empieces, tú eras la paranoica.

Enjuago el cuerpo de Niko y estiro el brazo por la toalla, Niko se pone de pie y le seco el cuerpo. Lo saco de la bañera y rodeo su cuerpo con la toalla, Jean carga a Tadeo de las axilas y lo mete a la bañera.

-Ah no, tu idea, tu lo bañas - me pongo de pie -. Él ya estaba limpio. 

Salgo del baño con Niko y dejo a Jean con Tadeo, busco su ropa y la huelo, no está del todo sucia. Le compraré mañana que lleguemos a Nedlay. Cambio a Niko y veo la bandeja con la cena, me acerco y veo lo que ha traído Jean. 

Estiro el brazo y escucho los piesitos de Niko acercarse, pongo dos rodajas de pan tostado con un mantequilla y un poco de azúcar espolvoreada en un plato. Va a sentarse a la pequeña mesa circular en la habitación mientras termino de servirle, veo la jarra de leche. Me pregunto cuanto habrá pagado para todo esto. El azúcar es escasa en el norte. 

Le llevo la cena Niko y espera pacientemente a su hermano, se talla el ojo mientras bosteza. Tadeo sale del baño y se sacude el cabello como un perro, le sirvo la cena mientras va a sentarse con Niko. Empiezan a comer cuando ambos tienen la comida enfrente, me agradecen y les acaricio el cabello. 

Regreso al baño, donde Jean se lava las manos. Miro a Tadeo, sus facciones se ven más marcas por el nuevo color en su cabello, es un poco más oscuro que él de su hermano, pero eso solo resalta sus ojos bicolor. Suspiro y me llevo el pulgar a la boca, Jean me aparta la mano. 

-No te muerdas las uñas - ruedo los ojos -. ¿Se te pasó la histeria? 

-Perdón - niega con la cabeza mientras se seca las manos -. ¿Qué se sintió hacer algo impulsivo por primera vez? 

-No vuelvo a hacerlo - me río -. Es demasiada... improvisación. 

-¿No te gusto la adrenalina? 

-Ese es el problema - se pasa una mano por el cabello -. Quiero volver a sentirla. 

-Pero eso no hace un soldado de tu rango - niega con la cabeza, meto la mano al saco -. No hizo falta. 

-Lo supuse, Myra - sonrío -. ¿Tienes la dirección? - meto mi mano al bolsillo de mi pantalón y le doy el papel -. Es a unas calles de aquí. 

Estiro la espalda y me quito el saco, lo voy a colgar al respaldo de la silla de Tadeo. Voy a la cajonera donde Jean había colocado la comida y tomo unas rodajas de pan, le doy una a Jean. 

-¿Te imaginabas salvando niños hace tres días? - sonríe. 

-Hace tres días imaginaba tu juicio - lo miro ofendida -. ¿Y tú? 

-Absolutamente no - me río -. Pero está bien, son buenos niños. Merecen una buena vida. 

Niko deja caer un pedazo de pan cuando bosteza, Jean se acerca a ellos y los toma a ambos de la mano. Me acabo mi pan y voy por un vaso de leche, Jean acuesta a ambos en la cama y los cobija bien. Miro a mi alrededor cuando baja la intensidad de la lámpara de aceite, voy a la mesa y me dejo caer.