Isabel es la viva imagen de la navidad; usando ugly sweaters, bebiendo un latte de calabaza y con una sonrisa en la cara todos los días. Después del trabajo siempre veía las películas navideñas de Netflix mientras planeaba los regalos de navidad par...
Pasé una mano por el pecho descubierto de Robert, quien dormía tranquilamente. Me encantaba que su piel fuera tan suave y cálida, también me gustaban los lunares que tenía a un costado del tórax, me entretenía unir cada punto. Me sentía más tranquila con respecto a lo del día anterior, tanto Robert como yo habíamos digerido mejor la noticia de nuestra prematura unión familiar, pero seguía siendo extraño. Con cuidado de no despertarlo salí de la cama para ir a la cocina, tenía hambre y ganas de algo caliente.
Caminé por el pasillo hacia las escaleras pero me detuve al ver una pared llena de fotografías; la familia Bennet era grande, mucho más que la mía y se veían felices. Me llené de ternura al ver una foto de Robert con un sobrero de paja y un gatito en sus brazos, se veía tan tierno.
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-Lindo, ¿no?-preguntó la mamá de Robert a un costado mío.
-Bastante,-respondí.- es un hombre muy guapo, pero una ternura de niño.-reímos.
-Es nuestro solecito, siempre irradiaba felicidad por toda la casa; corría por todas partes, cantaba y hacía ruido. Siempre le ha gustado llamar la atención.
-Eso no ha cambiado.-sonreí con ternura.
-¿Cómo sigues con lo de la noticia?-comenzó a caminar hacia las escaleras.
-Creo que el shock ya pasó, pero ya no veo a Robert de la misma manera.-reímos.
-Lamento si causó problemas, lo que menos quiero es afectar su relación.
-No se preocupe, todo está bien.
Matthew ya estaba preparando el desayuno y tenía la mesa de la cocina lista, la familia tomaba demasiado té y comenzaba a tener cierto aprecio por ello, lo mejor de todo eran los postres con los que lo acompañaban.
-¿Y cómo ha estado tu visita en Londres?
-Me ha fascinado, señora Bennet.-respondí mientras sumergía una galleta en mi té.
-Por favor, dime Jeanette.-sonrió cálidamente.
-Jeanette.-repetí con un poco de vergüenza.
-¿Te contó Robert sobre la fiesta mañana?
-Creo que lo olvidó, ¿habrá una?
-Es una obra de caridad, más que una fiesta.
-¿Cómo la que hacen mis padres en Seattle?
-Exacto, la diferencia es la causa; tu familia lo hace por la lectura, nosotros por un problema que afectó a la nuestra.-respondió con nostalgia.
-¿Puedo saber lo que pasó?-pregunté insegura, no quería meterme en un tema que no debiera.
-¿Qué tanto te ha contado Robert sobre su pasado?
-No mucho;-respondí frunciendo el ceño.-me ha dicho del trabajo que tuvo durante la universidad y que fue su mentora,-sonrió con nostalgia.-también sobre la competencia con Brett por el MacLaren. No hablamos mucho del tema.
