20 de diciembre

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Desperté por una sensación helada, la cual me hizo acurrucarme más en las sábanas, extendí mi brazo hacia un costado pero no encontré a Robert, no estaba en la cama. Aún no había salido el sol, por lo que tomé mi teléfono para ver la hora, pasaba de las 6 de la mañana. Me incorporé para apoyarme en la cabecera de la cama y me estiré, el jet lag ya no permitía volver a dormir.

Me gustaba la habitación de Robert, era grande y reflejaba parte de su personalidad; todo estaba bien acomodado, pero también había cierto descuido como libros en el suelo y también una que otra prenda. Cerca del balcón había una vieja guitarra, estaba muy desgastada pero eso la hacía ver especial, lo más seguro era que aprendió a tocar con ella. En la mesita de noche de mi lado de la cama había un marco con una foto de Ettan y él, era parecida a la que el pelirrojo tenía en su restaurante, sólo que en esta Robert estaba en el suelo como si lo hubieran empujado.

 En la mesita de noche de mi lado de la cama había un marco con una foto de Ettan y él, era parecida a la que el pelirrojo tenía en su restaurante, sólo que en esta Robert estaba en el suelo como si lo hubieran empujado

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-Él me empujó, -dijo Robert saliendo del baño.-le gusta aprovecharse cuando estoy vulnerable.-se sentó junto a mi.

-Yo también lo haría.-reí.

-No dudo de eso.-me abrazó por los hombros.- ¿Tampoco puedes dormir?-

-No, odio el jet lag.

-No durará mucho tiempo, regresaremos el 23.

Caí en cuenta que no me había dicho de nuestro regreso, eso me dejaba tiempo justo para la fiesta de navidad de la editorial, de igual modo me recordó que me hacía falta pareja que me acompañe.

- Por cierto, ahora que lo recuerdo,-me miró con atención.- la editorial tendrá una fiesta de Navidad el 24, más que una fiesta es un evento de beneficencia; cada año se hace una recolecta tanto de fondos como de libros para unas escuelas de Seattle. Nosotros somos los anfitriones, pero asiste demasiada gente, queremos superar el récord este año.

-¿Me estás pidiendo una cita?-preguntó divertido.

-Te estoy pidiendo que me acompañes, como mi pareja.

Sonrió ampliamente y tomó mi rostro.

-Sería un honor ser tu pareja.-me besó.

-Algo me dice que no sólo te refieres a la fiesta.

Se encogió de hombros al mismo tiempo que seguía sonriendo. De inmediato me ruboricé, pensar en él como mi pareja me hacía sentir mariposas en el estómago como una adolescente.

-¿Qué te parece bajar por algo de desayunar?-preguntó dando pequeños golpes en mi mejilla.

-Me parece buena idea.

Salimos de la cama y me dio un suéter suyo, el cual me quedaba demasiado grande, pero no me importó, era temprano, nadie bajaría a esta hora.

-¿Qué te gustaría desayunar?-preguntó cuando ya estábamos en la cocina.

31 Days of DecemberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora