Capítulo 2

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*Leonora*

¡Leo!

Melina apareció en el marco de la puerta de mi camarín con una sonrisa.

La miré inexpresiva. No me cae bien, ni mal. No tengo mucha relación con ella.

¿Si?

¿Podes venir un segundo?

La miré frunciendo el ceño. Luego miré a Jean Pierre y a Isabel que miran todo extrañados.

Si —me bajé de la mesada— ¿Todo bien? —pregunté mientras me acerco a ella.

Salí del camarín y ella se alejó un poco más. Me puse frente a ella.

Si, todo bien. La cosa es que le gustaste a mi cuñado y pensaba en presentarlos. No sé, quise preguntarte primero para no ponerte en una situación incómoda.

Lo bien que hiciste —tomé mi pecho y sonreí—. Te agradezco pero no.

Me miró apenada.

Es buen chico y le gustaste mucho, en serio.

Bueno, me alegra pero no ando buscando nada Meli, ya sabes, mi vida es el arte.

Está bien. Él tampoco busca nada, solo conocerte y también vive del arte porque es músico. No tiene tiempo para jugar.

Claro...

No supo qué decir pero luego sonrió.

Bailaste hermoso... Nuestra gran noche.

Ay, si —tapé mi boca con alegría y algo de pudor—. Gracias Meli, vos también te luciste.

Fue un gran trabajo en equipo, olvidate.

Se escucharon unos ruidos y ambas miramos hacia atrás. Dos chicos salieron del camarín de Melina. ¡Precisamente Pato y Guido! ¡¡Guido!! ¿¡¡Qué hace acá Guido!!? ¡¡ Qué lindo que está la puta madre!! ¡Qué carita tan bonita! ¡Y esa sonrisa!

Buenas. —Me mira fijamente

Hola —hablé seca.

Ah Leo, ellos son Guido y Patricio. Patricio es mi novio y Guido es su hermano.

Un gusto, Leonora Bianco.

Si, te conocemos. —Dijo Guido y sentí morirme.

Melina lo miró extrañada.

Fuimos compañeros en la secundaria. Algo amigos ¿Te acordás de mí?

¿Compañeros de secundaria? Mmm... —me hice la pensativa—, la verdad que no. Disculpa. Borré todos esos años de mi mente. El ballet ocupó todo el espacio.

Vi cómo se esfumó su hermosa sonrisa y pasó a tener una expresión algo angustiada. Debo confesar que soy algo turbia y siempre trato de desilusionar a todos. Pero ésta vez una parte de mí está contenta y otra no. Prefiero verlo sonreír.

Si me disculpan, tengo que irme. Un gusto, buenas noches.

Agaché la mirada y entré a mi camarín.

¿Qué fue eso?

Preguntó Isa con su ceño fruncido y Jean Pierre me miró atento esperando la respuesta.

El cuñado de ella me quería levantar.

¡No! ¿Cuál?

El rubio.

𝑀𝑒 𝐺𝑢𝑠𝑡𝑎 𝑉𝑒𝑟 𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝐵𝑎𝑖𝑙𝑎𝑠 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora