Capítulo 10

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*Leonora*
La alarma me despertó y rápidamente se me dibujó una sonrisa. Hoy vuelvo a dar una clase abierta, pero esta vez solo bailamos Isabel y yo. Eso es lo que me tiene tan feliz, danzar con mi amiga.

Me senté en la cama, junté las plantas de mis pies y bajé mis piernas hacia la cama, estiré mi cuerpo hacia adelante lo más que pude y así me quedé un rato. Luego volví a mi posición normal para así llevar mi pierna derecha tras mi nuca, luego de un minuto llevé también la izquierda y así me quedé por otro minuto más. Estiré cada músculo y tendón de mi cuerpo para poder empezar a practicar.

Preparé mi desayuno mitad con las manos y mitad con los pies, practicando algunas poses contra la heladera, arriba de la isla. No hay límites para una bailarina de ballet. Me senté a desayunar y chequee las redes de la academia. Yo no tengo instagram pero Isabel me comparte el perfil de la academia. Desde allí veo de todo: ballet, manualidades, mascotas, comida, recetas, mis alumnas, mis colegas y... Guido.

Me paralicé cuando vi una foto de Airbag. Se los ve a los tres de frente, serios, delante de un fondo oscuro pero Guido resalta con sus rulos rubios y un camino de pintura roja en el centro de su tronco. Resalta su piel, su firmeza, su osadía. Sentí que al observarlo me subió un fuego enorme. Cerré el instagram y me dediqué desayunar, sin más sobresaltos, debo concentrarme.

Miré el celular de reojo y pensé: ¿Por qué no? Lo tomé, abrí instagram y busqué la manera de abrir una nueva cuenta. Dudé en hacerlo pero me decidí por el sí. Abrí un perfil propio, algo que no hacía desde la existencia del fotolog, desde que conocí a Leandro. @gingerbianco me pareció el mejor nombre. Todo se detuvo cuando me dió la opción de poner una foto de perfil y noté que no tengo fotos mías. Que el celular está vacío de fotos. Que no tengo recuerdo alguno de todos estos años ¿Cómo puede ser? ¿Cómo permití eso? Me negué a mí misma una vida.

Justo antes de llorar la melodía de piano volvió a mí mente y borró todo sentimiento impuro. Esta vez ya estoy lista, tengo las puntas y mi body ya puestos. Me incorporé, caminé hasta el centro del living, me posicioné y me dejé llevar. Cada vez que bailo hago algo distinto, pienso y siento algo distinto. Pero la melodía, la melodía es la misma. Y es extremadamente hermosa.

*Guido*
Me desperté y, aunque es raro en mí, tomé el celular.
Entré a instagram y lo primero que me apareció es una publicación de @isabelacademia con buenas noticias: hoy baila Leo. Sonreí ampliamente. Miré el reloj y corroboré que solo tengo hora y media para bañarme, cocinar, comer y viajar hasta la academia. Salté de la cama y puse manos a la obra.

17:26 llegué a la academia. Puteando, maldiciendo. ¿Siempre tarde? 'Armido tipo colgado' pensé cuando crucé la puerta de la academia. No hay nadie. Bah, Ximena no está en la recepción, pero se escucha la música del salón de danzas y no quiero perdérmelo así que subí las escaleras rápido.
Guido —habló Ximena al verme.
Hola —levanté mi mano y luego nos saludamos.
Está lleno de gente —comentó.
Y es verdad, el salón explota, nosotros solo podemos observar desde la puerta.

Cuando fijé mi vista en ella volvió la paz ¿Cómo puede ser tan dulce y hermosa? ¿Cómo puede rozar la inocencia y la locura a la vez? ¿Cómo hace para despertar esto en mí?
Leo saltó en puntas, Isabel la tomó de la cintura y la llevó hacia arriba de su cabeza con sus manos, Leo bajó suavemente por su espalda y se posicionó en puntas, tal como las muñecas de las cajas musicales, Isabel la hizo girar infinitas veces sobre sí y terminaron, ambas, cayendo al suelo, una hacia cada lado tomadas de las manos. Ese final erizó mis pelos y mi alma. Sentí aplaudirles con ganas. De hecho fui el que inició un gran aplauso.
Se posicionaron de la mano en el centro del salón y muy sonrientes nos miraron a todos. Antes de hacer una reverencia, Leo me encontró entre la gente. Esta vez su sonrisa no cesó y me sostuvo la mirada. Una mirada que traspasó todas las duras capas de concreto que recubren mi corazón.

𝑀𝑒 𝐺𝑢𝑠𝑡𝑎 𝑉𝑒𝑟 𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝐵𝑎𝑖𝑙𝑎𝑠 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora