El club de los Inadaptados

Capítulo 12.

Hoy dedicaré este capítulo a Cam_dreams uwu, muchisimas gracias por tus comentarios, me han dado más de una sonrisa, espero leerte por aquí💛

Me quede viendo la escena, asqueado de que ambos fueran tan miseros y mentirosos, apenas iba a gritarles sus verdades, hasta que Lutzia se separó de un golpe y le soltó una bofetada a David al segundo.

Se acercó a su odio y por lo que veía estaba furiosa, su rostro hasta el cuello estaban rojos y sus puñitos se apretaban, parecía un gatito creyendo ser tigre. David trató de acercarse, pero ella se separaba levantando sus brazos.

No podía escuchar lo que decían, hablaban demasiado bajo, cubriéndose y tapándose en sus mentiras. Finalmente, David se alejó de ella, para irse de lado contrario de donde estaba yo. Lutzia pateó varias veces en su lugar, frustrada y salió de su escondite tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar y esconderme, así que me vio.

Se quedó estática, pasmada, el miedo, enojo pasaron por sus ojos en milisegundos y todos ellos la hicieron hablar:

―¿Me estabas espiando?

Me ofendí, porque aunque no era mi intención hacerlo y no sabía que eran ellos, yo era el que debería estar furioso, estaban engañando a Celia.

―Así que ni por todo el arroz del mundo, ¿eh?

Caminó hasta quedar al frente mío y se puso de puntillas.

―Wesley, tú no sabes nada ―soltó, fríamente―. Y si le quieres decir a Celia, dile me importa un carajo.

No entendía su actitud, fruncí mi ceño, recordado nuestra plática.

―Dijiste que no volverías con él y te veo besándolo, a mí me da igual con quien te beses, pero lo estabas haciendo con el novio de la mujer que amo.

Suspiró, cansada y en derrota.

―Haz y piensa lo que quieras, Wesley Reed ―y se fue, dejando con las palabras en la boca.

Me quedé parado unos segundos, procesando lo que acaba de pasar, pero de inmediato caminé hacia el auto de James, que me esperaba tamborileando el volante a la par de la música. Y apenas me subí, solté:

―Vi a Lutzia y a David, besándose.

Giró su cabeza lentamente, mientras abría sus ojos.

―¿Qué?

―Sí, bueno, se besaron aunque después ella lo empujo, pero no sé por qué, ¿debería decirle a Celia? ―solicité una respuesta de inmediato y embrollado.

James lo meditó detenidamente unos segundos y habló:

―¿Ella te creería?

―No...

―Podrías intentarlo, sin embargo una chica enamorada, nunca se dará cuenta hasta que lo vea y aun así, está en duda.

―Ella no esta enamorada de ese ―gruñí, molesto.

―Tú piensas que si le dices, ella lo dejara inmediatamente para correr a tus brazos y no será así ―estableció en voz baja James, negando con su cabeza―. Ella te dejó y por algo más que David.

Y apuntó a mi inexistente brazo derecho, lo que hizo que recordara del dolor, en el que trataba de no pensar diariamente.

―Díselo, solamente porque quieres prevenirla de él, no por tus ansias de recuperarla, antes de ser tu novia, fue tu amiga.

Asentí entendiendo pero...

―¿Y Lutzia? Eso le traería problemas, ¿no?

James me miró extrañado ante mi pregunta, pero afirmó con su cabeza.