Capítulo 14.

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Hoy dedicaré este capítulo a @bloomingheart24 muchas gracias por tu apoyo en mis capitulos, tus bellos comentarios me animaron demasiado, espero leerte por aquí y que te guste el capítulo💛


Perplejos y estáticos se quedaron sin contestarme. Drew, abrió y cerró sus labios seguidamente y al final solo los torció en una mueca, pero no dijo nada.

―¿Hola, chicos? ―pregunté, extrañado―. ¿Cuál regla?

Violeta se aclaró la garganta, ruidosamente y contestó:

―La regla, sí ―divagó―. Es la regla de no permitir extraños al aula, solo personas como nosotros.

―Ah, bien ―dije, no muy convencido, dejando viajar mi mirada por sus rostros contenidos, enfatice mi mirada a Lutzia, pero ella quitó la suya, como si la mía le quemara.

Fuimos interrumpidos por otros chicos que ingresaban al aula para la clase. Y todos se dispersaron a sus lugares para empezar la clase. Hoy toco tema de biología, así que Drew, con su confianza y conocimientos la inicio, relajada y práctica.

No les creí sobre esa simple regla, por qué de ser así, para que ponerse tan nerviosos o no decirla desde antes, eso solo significaba que ocultaban algo. Y eso me hizo sonreír, irónico, parace que los raros también guardan secretos.

Tomé algunos apuntes de la clase, debido a que eran más lentas, pudieron ser más comprensibles mis escritos y eso era una sorpresa para mí, escribir decentemente con la mano izquierda. La sesión acabó, por lo tanto, todos se levantaron de sus asientos para irse, excepto el grupito y yo que los secunde.

Me miraban astutos y al ver que no me levantaba de mi asiento, ellos lo hicieron, uno por uno fueron salieron del aula sin decir más. Suspiré cansado, este día no iba a lograr saber la verdad. Salí del aula y me encaminé hasta la salida y para mi sorpresa, James no estaba ahí. Recorrí todo el estacionamiento y no, no estaba ahí mi amigo.

―Parece que te abandonaron ―soltó Violeta, de manera burlesca detrás de mí.

Volteé a verla, aun con mi pensamiento distraído en: ¿dónde estará, James?

―Parece que a ti también ―solté, sin burla, solo seco.

Ella se encogió de hombros.

―Siempre me voy muy tarde.

―Bien, pues te haré compañía hoy, ya que no encuentro a James ―aclaré, mirándola de reojo, evaluando su reacción, pero solo hizo una mueca de asco y resignada.

Solo que... ¿Ya les había dicho que la vida nunca está a mi favor?

El clima desde la mañana estaba cambiando, se nublaba, oscurecía y se quitaba, pero justo ahora, las primeras gotas empezaron caer sobre nosotros. Apunte con mi cabeza hacia la entrada para no mojarnos y ella me siguió, sin embargo... ¿Ya les había dicho nuevamente, que la vida nunca esta a mi favor?

La entrada principal estaba jodidamente cerrada y la lluvia empezó a caer torrencialmente. Golpeé la puerta para llamar la atención de algún guardia, pero nadie nos abrió.

―¡Está congelada el agua! ―gritó, entre el castañedo de sus dientes, Violeta, abrazándose a sí misma.

―¡No me digas! ―solté sarcástico, sintiendo que el agua se metía entre mi ropa.

―¡Piensa en algo, Wesley! ¡Me muero de frío!

―¡Guarda silencio y déjame pensar!

Cerró su boca, pero manteniendo su ceño fruncido de enojo, en lo que pensaba, hasta que se me ocurrió algo.

El club de los InadaptadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora