El club de los Inadaptados

Capítulo 26.

El capítulo de hoy es para los_30cm_de_Aegan_ muchísimas gracias por todos tus originales y graciosos comentarios y apoyo a esta historia, espero leerte por aquí.💛

Ver a Drew quedarse sin palabras no es algo que pasaba muy seguido, así que presenciarlo y que fuera culpa de mi mejor amigo, hacia la escena más alucinante.

―¿Qué pasa aquí? ―averiguó Ramsés, llevando una mano a su cabello aturdido y con su mirada culpable―. ¿Alguien quiere explicarnos? ―se apuntó a él y a los demás en esa misma habitación y me volteó a ver con intensidad―. Drew no ha querido decir ni media palabra desde que nos encontramos y tal parece que tú y tu amigo, saben más que todos aquí, después de Drew, claro.

―Yo realmente solo sé la historia de James ―indiqué, volteando a ver a mi amigo que miraba con vehemencia a Drew―. ¿Les puedes contar?

Él negó con sutileza, inclinando su cabeza en la dirección de Drew. Que palidecía al escuchar el nombre de mi amigo.

―No puedo, no me paso a mi y si Drew no les ha contado... no tengo su permiso para hacerlo.

―¿Estás de coña? ―cuestionó Violeta, con sus ojos llameando―. Dinos, ¿qué fue lo que le pasó a Drew?

―No lo haré, a menos de que Drew quiera ―sentenció mi amigo, encogiéndose de hombros.

―¿Quién ca...?

―Violeta, detente ―pidió Drew en voz baja, apretando sus sienes con sus dedos―. Él... él solo me ayudó esa noche.

Soltó un suspiro pesado, largo y profundo, sentándose en el sofá de nuevo.

―Yo les diré, aunque no hay mucho que contar ―dijo con sequedad―. Ayer cuando regresaba a mi habitación, un grupo de personas se pusieron en mi camino, me golpearon y se fueron, dejándome ahí ―pausó unos segundos antes de continuar―. Después... el chico me ayudo a regresar a casa, fin de la historia.

―James, mi nombre es James ―aclaró mi amigo, entornando sus ojos a Drew.

El chico invidente solo asintió con incomodidad, mientras pasaba una y otra vez, sus manos por ese suéter oscuro que James había halagado. Yo lo había visto antes...

―¿Recuerdas sus voces? ―habló desde su lugar Caroline, muy mortificada y con sus facciones delicadas arrugándose.

Drew negó con su cabeza y se encogió de hombros.

―¿Pero por qué te harían algo así? ―cuestionó Lutzia, furiosa.

―Estaban alcoholizados, posiblemente drogados... sus voces se escuchaban muy distorsionadas por eso no pude reconocerlos ―explicó entre dientes. Era claro que ser la víctima al frente de todos no era algo que disfrutará.

Mi cuerpo se tensó en un segundo y casi pude escuchar el aliento de James detenerse.

―¿Dice que alcoholizados y drogados? ―repetí procesando sus palabras en mi mente.

―Sin duda estaban borrachos, y tenían un olor peculiar, pero no podría confirmarlo... nunca he olido la mariguana.

Volteé a ver a mi amigo, que permanecía tenso y cuando sus ojos estuvieron en los míos, supe que no había duda.

Sabíamos quien había hecho esto.

La única persona que le encantaba emborracharse y drogarse en la parte trasera de la universidad; David.