Capítulo 20. Parte 1.

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Hoy este capítulo va para @miriamHernandez779, muchísimas gracias por acompañarme por esta historia, tus comentarios aunque son pocos, me encantan y motivan muchísimo a seguir, espero te guste mucho y leerte por aquí. Uwu💛






Tiene que ser una jodida broma.

¿Qué quería demostrar con esto?

En serio, ¿un maldito campo de beisbol?

Una vez que todos bajamos de la camioneta Winstar tipo señora de Ramsés. Me acerqué a velocidad vertiginosa hacia él, pegando mi tórax con violencia hacia el suyo y con las aletas de mi nariz abriéndose y cerrándose ante mi respiración agitada.

―¿Qué demonios significa esto, niño? ―cuestioné en un susurro con mi aliento golpeando su cara.

Él se alejó con tranquilidad sin quitar su esbozo de sonrisa satisfecha de su rostro.

―Esto se le llama actividad recreativa.

―No te quieras pasar de listo. ¿Qué diablos hacemos en un jodido campo? ―con mi mano agarré el cuello de su playera y lo apreté tratando de acercarlo a mí.

―¡Wesley, tranquilízate! ―Caroline gritó con su voz subiendo a timbres no usuales y apretó el brazo de Violeta al ver la escena, asustada. Mientras que esa chica, observaba la situación con la necesidad de meterse.

―¡No! Es claro que ninguno de ustedes saben jugar y yo... No. Puedo. Hacerlo. ―rugí a través de mis dientes apretados, sintiendo los arañazos en mi corazón herido al recordar mi antigua vida.

Una mano en mi hombro, me hizo girar mi rostro a la altura de este y era Drew. Mantenía su rostro impenetrable y la sujeción de su mano se hacía cada vez más pesada, lo que logró que soltara a Ramsés enfocando mi atención en él.

―Wesley...

―¡No, Wesley nada! ―interrumpí, sin reparos―. ¿Qué hacemos aquí? ¿Se quiere burlar de mí este idiota?

Apunte con mi dedo a Ramsés, furioso, pero él no quitaba su maldita sonrisa.

―Deberías tener cuidado con lo que dices, Wesley ―siseó Violeta desde su lugar, aun con la chica blanquecina aferrada a ella. Lutzia se mantenía apartada frunciendo su ceño y apretando sus manos en puño, me miraba con desconfianza.

Tensé mi mandíbula, apretando mis dientes. Tenía una cantidad de sentimientos corriendo dentro de mí, desde la nostalgia, tristeza a la furia y desprecio. No sabía si debía controlarme para no arruinar maldita trampa... o controlarme por ellos.

―Wesley, estoy igual de sorprendido que tú ―habló Drew, mientras tienta de manera insegura con su bastón por donde camina―. Pero creo que debemos ser capaces de escuchar la razón por la cual Ramsés nos trajo aquí.

Todos volteamos a ver al susodicho con seriedad y por fin, su sonrisa desapareció.

―¿Y bien? ¿Cuál es la razón? Aparte de joderme, claro.

Ramsés rodó sus ojos y se acercó con tranquilidad.

―No-no-no todos somos a tú-tú eras, Wesley ―recordó y gruñí en frustración―. Pe- pero este campo como pueden ver es viejo y nadie viene aquí...

Y sí, el campo estaba sucio y mal cuidado, la hierba se levantaba por los cimientos de las posiciones y las bancas estaban muy deterioradas, dando a entender que la mejor opción no era sentarse en ellas, no era muy grande, pero lo suficiente para un pequeño juego. Era claro que no había tenido mantenimiento en años, aun así, todos manteníamos un rostro de confusión, sin entender.

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