Capítulo 18.

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Hoy le dedicare el capitulo a _eaa__ por todos y cada uno de sus comentarios que me han hecho morir y revivir de la risa, muchisimas gracias por el apoyo y acompañar a mis niños en esta aventura, ellos te aman el doble.🥺❤️ 



Todo pasaba en cámara lenta, se escucharon las exclamaciones sorprendidas de los chicos detrás. Aún sin procesar y con la poca coordinación que ahora poseo, corrí hasta ponerme justo debajo de donde él caía.

El estruendo de la escalera tocando el piso llego junto con el impacto de cuerpo a cuerpo, haciendo que ambos golpeáramos en el piso, solo que mi espalda fue la que recibió todo el golpe, mi cabeza al menos no toco con el piso y eso logró que mantuviera la consciencia.

Aunque mi vista se nublaba en segundos, pero yo parpadeaba para mantenerme aquí. Los gritos retumbaron por el gimnasio y con su eco a la par. Se acercaron, pero como hablaban todos a la vez no entendía ni un carajo.

―¡Cállense! ―grité hastiado, tratando de enfocar mi vista. Y un cierto dolor ya conocido empezó a recorrer mi muñón haciendo que ardiera.

Se callaron al instante, consternados y preocupados. Ramsés levantó su cabeza, asustado, sorprendido y todavía arriba de mí.

―Ramsés... ¿Puedes pararte... ya? ―pregunté, pero no fue de cortesía. Era una clara orden. Mi poco buen humor desapreció gracias al golpe.

De un salto se puso de pie, mareándose al hacerlo tan rápido. Suspire aliviado al sentir su peso fuera de mí, no era como cierta persona cuyo cuerpo encima de mí no me molesto ayer... ¡Basta, Wesley! ¡Detén esos pensamientos!

Al segundo extendió su brazo para ayudar a pararme y la acepté adolorido mientras me ponía de pie.

―¡Ahora has sido tú el que se ha caído! ¡¿Por qué no tuviste cuidado Ram?! ―gritó asustada Violeta, con sus ojos abiertos de par en par y se arrojaba al cuello del chico. Este se sorprendió, sin embargo, al instante envolvió sus brazos al rededor de ella.

Levantó su mirada y me miró, yo solo guiñé mi ojo con complicidad. Caroline y Drew se acercaron a mí, preocupados, incluso a través de sus lentes pude ver las facciones sorprendidas del chico.

―¿Estás bien, Wesley? ―inquirió Caroline, ansiosa. Poso su mano en mi espalda con suavidad, como si eso fuera aliviar el dolor. Cosa que me enterneció.

―Sí, se pasará ―comenté para tranquilizarla, y eso esperaba.

Drew aun perplejo, se acercó y dijo serio:

―Gracias por ayudar a Ramsés, Wesley.

―No es nada ―aclaré incómodo, retirando mi vista de ellos, pero posándose sobre una chica rubia parada atrás y cruzada de brazos―. Pero a la próxima si subiremos mucho, le diré a un amigo que nos ayude.

Drew asintió de acuerdo y se dio vuelta inmiscuido en sus pensamientos, junto con Caroline, que me dio una última mirada antes de ir hacia Ramsés. Lutzia se acercó con su ceño fruncido hacia mí, pero ahora su rostro ya no estaba enrojecido, sino que estaba pálido, tal parecía que hasta la gripe se había esfumado.

―¿Qué? ¿Tú no me dirás nada? ―interrogué, con una nota de burla en mi voz.

―¿Cómo se te ocurre ponerte debajo de alguien que está cayendo? ―preguntó de manera severa, elevando sus manos en exasperación.

―¿Hubieras preferido que lo dejara caer y muriera de un traumatismo craneoencefálico?

―¡Deja de responder con preguntas! ¡Claro que no, es mi amigo! Si le hubiera pasado algo a él o...

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