Olor

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Mamá dice que en el bosque más allá de nuestra casa se encuentra un ser peligroso y lleno de hostilidad, dicen que por colocar un pie dentro del bosque ese ser podría hacerte daño y hacerte desaparecer, también vivía como una estatua en el pueblo pero solo era eso, una estatua de ese horrible ser del bosque.

Mami y yo estábamos caminando cerca del bosque para dirigirnos a casa, el cielo era una mezcla de colores muy hermosos y un aroma dulce pude llegar a oler.

— ¡Mamá huele a dulces!

— ¿mm? Yo no huelo nada cariño.

— ¿No? ¡Pero si el olor está tan cerca! Es fuerte el olor, ¡Huele a mis dulces favoritos!

Seguíamos caminando y yo le insistía a mamá sobre el olor, cuando íbamos subiendo las escaleras del pueblo fue cuando vi aquel niño que estaba  sentado en la estatua del mounstro, él estaba llorando...

Solté de la mano a mamá y me dirigí hacia a aquel niño, cuando estuve frente a él le hablé.

— Oye, ¿quieres un dulce?

No recibí respuesta y él niño solo seguía llorando, infle mis mejillas y frunci mi ceño.

— Mi mamá dice que los niños que lloran no podrán comer pastel durante un día, así que deja de llorar.

Aún seguía evitandome y solo lloraba, ya no sabía que hacer para que dejara de llorar y en ese momento recordé lo que mami hacía cuando yo lloraba. ¡Eso hará que deje de llorar de una vez por todas!

Me acerqué a él y lo abracé fuertemente, sentí como él dejaba de llorar y yo sonreí por eso.

— Ya ya... yo estoy aquí... tranquilo...

Mamá siempre decía esas palabras para calmarme cuando lloraba y yo siempre dejaba de llorar gracias a ella, Intenté ver el rostro del niño y sus ojos estaban rojos e hinchados.

— Oye ¿cómo te llamas...?

Giró a verme y yo solo sonreí con alegría de que por fin hablará.

— Me llamo Chuuya ¿y tú?

— ... Dazai...

— ¡Chuuya!

Oí como mi mamá caminaba con prisa hacia a mí, me jalo del brazo alejándome del niño y me miró con enfado.

— ¡Nakahara Chuuya, No te sueltes de mi! ¡¿Qué haría si te pasaba algo?!

Me regañó y yo solo bajé la cabeza con trsiteza, en realidad no pensé en eso y solo corrí porque alguien estaba llorando pero aún así sentí que necesitaba mi ayuda.

— Lo siento mamá yo‐

— Señorita Kyoyou, buenas tardes.

— ¿Eh?

Volteé a ver a Dazai y él se veía mucho mejor, como si nunca fuera llorado. Y tenia una mirada rara... cómo si pudiera cortar algo con su mirada, él siguió mirándonos de esa forma.

— ¡Oh! Buenas tardes Dazai me alegro verte bien.

— Lo mismo digo.

Él me miró y yo solo me sobresalte,  pues su mirada me daba miedo por alguna razón pero no demostré temor ante él.

— ¿Este niño es su hijo?

— Si, él es mi querido Chuuya. ¿Ya se conocen?

— Si, recientemente.

— ¡Qué bueno! Espero que se lleven bien los dos y puedan hacerse amigos. ¿Verdad Chuuya?

Lo miré de reojo y él solo me sonrió de regreso así que yo también sonreí.

— ¡Si mamá!

— Bien, adiós Dazai nos vemos después. Despídete Chuuya.

Me acerqué y él dio un paso hacia atrás, lo miré confundido.

— No te voy a hacer nada, ¿mañana quisieras jugar conmigo?

— No.

— ¿porqué?

— Porque no quiero jugar contigo.

— Oh... bien, pero yo sí quiero. Así que no te niegues.

Dazai suspiró y yo sonreí, significa que yo gané y él jugara conmigo ¿Verdad?
Él se acercó hacía a mí y sin darme cuenta me había dado un pequeño beso en la cabeza, me alejé avergonzado y confundido.

— No es no mocoso, ahora vete.

Yo asenti varias veces y me alejé con mi mamá, tenía mi mano en el lugar donde Dazai me habia dado el beso y al recordarlo me avergüence de nuevo, negando repetidas veces alejando ese pensamiento.

Qué tarde tan extraña...


Nos vemos a la próxima,, chau

Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora