Tiempo

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¡Hola! perdón por la tardanza, sin nada más que decir, disfruten.


Alguien desde su cama se removía debajo de las sábanas buscando algún ser viviente que estuviera a su lado, pudo volver a respirar al darse cuenta de que la persona con que pasó la noche aún estaba durmiendo en su cama, sonrió y se dejó caer otra vez en el mundo de los sueños.

Sin embargo, la persona que estaba a su lado despertó y se giró para verlo, aquel hombre pelirrojo se había dormido pacíficamente y su respiración era suave, quiso agarrar su rostro y sentir el calor de sus mejillas, pero se detuvo cuando observó que Chuuya había despertado de repente.

— ¿Sucede algo? – preguntó el detective mientras se acurrucaba más en las sábanas.

— No realmente... – dijo para luego volver a cerrar sus ojos y juntar un poco su cuerpo con el otro.

— Pensé que tuviste una pesadilla. – le habló suavemente mientras acariciaba los cabellos desordenados de su pareja.

Chuuya se removió y lo miró a los ojos con su ceño fruncido, quiso refutar, pero al final solo pudo soltar un bostezo y dejar caer su cabeza al pecho del detective, estaba tan somnoliento que no tenía ganas de decir algo en ese momento, solo quería dormir por mucho tiempo.

La mano del detective pasó por la cabeza de su pareja acariciándolo en todo momento para ayudar a que se durmiera y descansara, gracias a eso el mafioso logró volver a dormir y Osamu se quedó observando por otro tiempo al pelirrojo y luego cayó dormido.

El sol ya había salido y varios bostezos se escuchaban en la habitación donde dormían esa pareja, Chuuya había despertado primero y estaba en un pequeño viaje astral mientras miraba en algún punto fijo de la habitación, por otro lado, Dazai era quien bostezaba a cada rato intentando llamar la atención de su novio y sacarlo de ese estado, pero no resultó, se removió en la cama y se acercó a Chuuya para pasar una mano al frente de él, pero tampoco funcionó.

— Chuuya... ¿Chuuya...? Mírame... – eso fue inútil, una vez que su pareja entra en ese estado solo tenía que esperar para que se diera cuenta de que ya ha pasado un tiempo.

Solo fueron 10 minutos que tuvo que esperar.

El mafioso parpadeó varias veces y sacudió su cabeza para empezar el día, miró a Dazai y le lanzó una sonrisa que pudo detener el corazón de su pobre pareja, este último colocó una mano en su pecho mientras sentía que su corazón latía con fuerza, era increíble como Chuuya con una simple sonrisa lograba que sucediera eso con su loco corazón.

Un rato después estaban desayunando, aunque solo alguien lo hacía, el detective tiene la costumbre de saltarse las comidas del día con frecuencia y Chuuya lo regaña por eso, porque se supone que es lo más importante del día, pero a Osamu la daba igual.

No comía a menudo porque desde su trabajo en la port mafia se había hecho costumbre saltarse las comidas por las muchas misiones que le asignaban, lamentablemente hasta ahora ha sido así, pero últimamente estos días ha logrado comer algo ligero gracias a Chuuya, pero nunca una comida completa y nutritiva.

— Te digo que tienes que comer ya sea un pan, aún no entiendo cómo te ves bien si muchas veces no comes. – habló el pelirrojo mientras se llevaba una tostada a la boca.

— Me siento lleno por tan solo verte comer a ti, así que relájate y sigue comiendo, cariño. – le pellizco una mejilla e inmediatamente el otro se quejó dándole un manotazo.

Dazai sobó su mano adolorida con lágrimas falsas en sus ojos, mientras que Chuuya terminaba su desayuno y se levantaba para salir al trabajo, no sin antes hacer lo de siempre cuando sale de su apartamento.

Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora