Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]

Encontrar

— Dazai-san se va a matar.

— Eso es lo que intento hacer Akutagawa— dije con aburrimiento para después colocar la soga alrededor de mi cuello.

— Se va a morir.

— Si, si, que bueno por mí ¿no crees?

— Ya no va a estar vivo.

— ¿Crees que eso me importa?— rodé los ojos con irritación.

— Atsushi llorará.

— Él estará bien.

— Chuuya-san lo va a matar en serio si se entera de lo que está haciendo Dazai-San.

Y me detuve en seco.

— Ya bajese de ahí Dazai-san, no haga estupideces.

— Akutagawa ¿quién te llamó para que vinieras a detenerme?

— Jinko.

— Oh~ ¿entonces ya han progresado algo entre ustedes dos?

— Si progresar es ya no querer arrancarle una pierna si no un brazo, entonces si.

— Eh~ pero, ¿sabes Akutagawa? Atsushi-kun está ahora mismo con Tanizaki-kun, ¿no crees que eso es malo?

— ¿Porqué sería malo?

— Tanizaki siente algo por Atsushi, si fuera tú iría rápidamente a marcar mí territorio ahora.

— ¿Es enserio lo que me dice?

— ¿Cuando te he mentido yo Aku~?

Y así fue como el intruso de Akutagawa se creyó mi mentira fácilmente y se fue a buscar Atsushi-Kun, al fin solo, pensé yo.

— Bien, a lo que estaba haciend–

— DAZAI OSAMU, BAJATE EN ESTE INSTANTE O TE BAJO YO A PATADAS.

— ¡Chuuya mi vida! — dije con alegría bajandome rápidamente y yendo hacía a él.

— No me vengas con "mi vida" bastardo.

— ¿Mi amor entonces?

— ¡No! Dazai por Dios ya deja de venir a la azotea a intentar suicidarte, ¡siempre tengo que subir miles de escaleras para venir para acá!

— Y siempre llegas a tiempo Chuuya~

— Ese no es el punto, el punto es que aún sigues pensando en suicidarte Osamu.

Oh, ya dijo mi nombre... si, realmente está enojado.

— ¿Hay algo de malo en eso?

— ¿Es enserio?

— ¿Qué cosa?

— Osamu, yo no soy una persona muy fuerte. Sé que aparento serlo, pero solo por ti. En verdad quiero ayudarte... Osamu yo–

— Bien basta, me aburres.

Puedo admitir que en ese momento mi corazón dolió, como si una espada lo fuera atravesado. Mi pecho se oprimió y yo solo tenía una mirada fría y un rostro inexpresivo, como siempre lo fui...

Suspire con pesadez, Chuuya me va a odiar más por esto. Pero no quiero arrastrarlo conmigo y hacerlo sufrir por lo que hago.

Soy alguien despreciable, no merezco a alguien como tú ni a nadie.

— Dazai, ni creas que hiriendome vas a poder alejarme bastardo imbecil de mierda.

Pero tú me conoces muy bien.

— Chuuya, estoy diciendo la verdad.

— Pues déjame decirte que no te creo.

— Chuuya no empieces.

Él se acercó y me miró a los ojos, ver esos ojos azules son lo más hermoso de este mundo. Son como constelaciones creadas solo para esos ojos, ¿porqué me miras? ¿Porqué sigues aún a mi lado? Quiero preguntarte tantas cosas...

— Dazai yo te quiero.

"Te quiero" ¿en serio él dijo esas palabras?

— Chuuya.

— Dazai, en serio te quiero. Escúchame bien bastardo porque no voy a volver a repetirlo, yo te quiero.

Querer... ¿desde cuándo no escuchaba esas palabras? Cierto... desde nunca.

Empecé a reírme, no por burla. Si no una risa... una risa sincera y llena de alegría.

— ¡¿De que te ríes estupido?!

— Chuuya eres maravilloso, eres lo más hermoso y magnífico que le ha pasado a mi desagradable vida. Eres perfecto Chuuya, Eres tú.

Jamás creí verlo sonrojarse hasta el punto de competir con su color de cabello, definitivamente lo más hermoso que ha visto mis ojos.

— Chuuya, yo también te quiero. No, ¡te amo!

— Dios Dazai ya basta, eres demasiado cursi.

— Jamás pensé que te me declararías Chuuya~ ¿al fin caíste enamorado por mis encantos? — dije con una sonrisa orgullosa y el solo me miró con una ceja alzada.

— Si te refieres con "encantos" a suicidarte cuando te pierdo de vista, no Osamu. Yo simplemente te quiero por lo que eres.

— Soy un suicida loco con serios problemas, ¿en serio caíste por eso?

— Dazai ya deja de ser estupido, me gustas porque después de todo nunca terminabas por alejarme y dejabas que de alguna manera te ayudara.

Él se acercó un poco más hacia a mí agarrando con ambas manos mis mejillas y atrayendome hacia a él para mirarme directo a los ojos.

— Me tienes a mí Osamu, yo te encontré y no te dejaré ir fácilmente.

"Te encontré" esas palabras hacían eco en mi cabeza, si ... yo también te encontré. Hice una sonrisa y hablé

— Me encontraste Chuuya.