Cuidados

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Atsushi y Akutagawa de un momento a otro se convirtieron en unos pequeños bebés, dedujeron que esto se causó por un usuario de habilidad así que a ambos los llevaron a la única persona que puede anular habilidades. Dazai Osamu.

Lo que no sabían es que al llegar al departamento del castaño este mismo estuviera acompañado de un pelirrojo mafioso que descansaba en un sillón tranquilamente dando uno que otro ronquido alto.

Le entregaron rápidamente a las manos del castaño a los dos pequeños y se fueron apresurados por ver la presencia de aquel peligroso mafioso que solo dormía como un bebé en el sillón. El de ojos avellanas no comprendió del todo lo que acabó de suceder y solo dirigió su mirada a los pequeños niños que estaban en sus brazos, un pequeño albino y un pequeño azabache acabaron durmiendose cómodamente en sus brazos.

El castaño se dirigió a donde se encontraba aquel pelirrojo que dormía plácidamente y recostó a los dos pequeños a su lado siendo lo más cuidadoso posible por no despertar a los tres que dormían. Luego de eso el castaño presenció aquella imagen que podría decir que le encantaba, un Chuuya durmiendo con toda la comodidad del mundo al lado de dos pequeños que también dormían a su lado mientras que poco a poco se aferraban al cuerpo del pelirrojo buscando algo cálido al cual aferrarse.

Después de haberse ocupado de los pequeños se dispuso a sentarse en el suelo para retomar su lectura de su manual de suicidios y al pasar de unos minutos se pudo escuchar unas palabras que el pelirrojo decía inconscientemente entre sueños.

— Esponjoso... que suave...

El más alto sonrió y entre un susurro donde solo pudiera escuchar el pelirrojo habló.

— ¿Qué es esponjoso Chuuya?

— Mm... una oveja...

El castaño estaba por soltar una risa pero no quiso despertar a los niños que aún dormían pegados al cuerpo de Chuuya, así que solo se acercó un poco al pelirrojo para seguir hablando.

—  ¿Con qué una oveja, eh?

—  Si... una oveja suave... y esponjosa

— Tú también eres suave y esponjoso Chibi.

— ¿Mmm...? Yo no soy una oveja...

Dazai en serio quería soltar una risa o más bien necesitaba hacerlo, nunca creyó que hablar con un Chuuya entre dormido sería divertido pero ahora supo que un pelirrojo dormido puede llegar a decir cosas muy adorables.

Al soltar por fin su risa un Chuuya se despertó rápidamente y fijo su mirada al castaño que solo reía en el suelo, el de oji azul juraría que en ese momento sentía su cuerpo pesado así que bajo su mirada y pudo ver a dos chiquitos durmiendo aferrados a él.

— ¿Pero qué diablos pasó mientras dormía...? ¿Quiénes son estos pequeños?

El castaño paró su risa y miró con una sonrisa a Chuuya, pudo ver como el pelirrojo sólo alzaba su ceja esperando una respuesta pero el más alto no dijo nada a cambio de eso fue a dirección del pequeño Albino que dormía bien aferrado a Chuuya. El castaño intentó alejarlo del oji azul pero no funcionó, el pequeño Atsushi no cedió ante Dazai y se quedó aferrado con fuerza al cuerpo del pelirrojo.

— Atsushi-kun despierta... vamos.

— ¿Atsushi...?

— Si, él es Atsushi y ahora está en esa forma de bebé, no sé cómo llegaron a esta forma ellos dos pero, solo sé que no puedo anularlo, quizás no se trate de una habilidad después de todo.

—Entonces supongo que este es Akutagawa...

Chuuya agarró al pequeño azabache y lo miró detenidamente para comprobar de que era aquel miembro de la mafia y efectivamente lo supo al ver aquellas puntas blancas al final de su cabello. Este sonrío cariñosamente y se dispuso acariciar el cabello de ambos pequeños que dormían a su lado, con cuidado, ternura y con una sonrisa en sus labios que el no sabía que la tenía.

— Parecen una Familia.

El pelirrojo detuvo sus movimientos y miró la persona que pronunció esas palabras, el más alto de todos se acercó donde estaba su amada pareja para luego besar sus labios con ternura y cuidado. Chuuya sentía que se le revolvía el estómago al sentir como el castaño lo besaba y pasaba sus manos a  sus mejillas para luego darle un pequeño beso en la punta de su nariz.

Todo eso pasó tan rápido, también en como el castaño agarró la mano del pelirrojo con la intención de que ambos  caigan al suelo para seguir dándose pequeños besos dulces por todos sus rostros, lo que no cayeron en cuenta es que también habían hecho que ambos pequeños cayeran al suelo recibiendo un pequeño golpe en sus frentes siendo así la causa por la que comenzaron a llorar.

— Dazai ¿ves lo que hiciste?

— No fue mi culpa Chibi, ellos fueron los que estaban aferrados a ti y no querían compartirte.

Chuuya solo rodó los ojos y se dispuso a calmar a ambos pequeños en sus brazos, diciéndoles una que otra palabra para que dejaran de llorar pero no funcionaba. Así que optó por lo que hacía Koyo con Kyouka cuando la pequeña no dejaba de llorar.

Les dio un pequeño besito a las frentes de los pequeños y esto causó que ambos se relajaran poco a poco, sintiéndose más cómodos y seguros a los brazos del pelirrojo que sonreía por haberlo logrado.

— En serio tendrías que ser mamá Chibi. ¡Serias el mejor de todas!

— Otra palabra y duermes en el sillón esta noche.

— Pero podríamos tener hij–

Después de eso, un pelirrojo con ambos niños a su lado durmieron en la cama mientras que un castaño con dolor de espalda dormía en el sillón aquella noche.

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Se me había olvidado colocar mi mensajito de siempre :c so espero les este yendo bien el día de hoy, ustedes pueden contra todos sus pendientes, si no tienen ánimos de hacer mucho también está bien, descansen y recuerden tomar agua 🤍 gracias por leer

Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora