angustia; 2

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Ellos se encontraban comiendo el cangrejo que Osamu en toda una semana le había rogado a Nakahara.

Pero el sabor y el ambiente del lugar eran una mierda.

Dazai se sentía tan incómodo de como la persona que considera su mundo lo observara de una manera tan intensa, como si quisiera meterse dentro de su cabeza para excavar todo su oscuro ser y sacar a la luz todos sus secretos, era una mirada tan analizadora que hasta perturbaba, y ni hablar de sus ojos, aquel brillo que siempre llevaba consigo ya no estaba, solo eran oscuros y sin luz.

Jamás tuvo que haber llegado a su casa, no pensó que tendría que pasar por esta incomodidad con Chuuya que no paraba de observarlo de esa manera, fuera sido mejor quedarse en aquel lugar donde lo golpearon y haberse terminado de quitar la vida con el bisturí que traía siempre con él.

No quería ver a Chuuya mirandolo de esa forma, lo miraba como esos  estupidos que siempre lo golpean luego de haberlo humillado y decirle todo tipo de cosas desagradables.

Simplemente es doloroso ver como la persona que amas te mira como si fueras una basura.

Nakahara terminó de comer y miró con más intensidad al chico que tenía al frente, preguntándose a él mismo "¿por qué no quiere decirme lo que sucede? ¿Tanta desconfianza hay entre nosotros? ¿Él... quizás me odia?"

Hace rato cuando llegaron al restaurante Osamu traía mala cara, como si estuviera sufriendo por cada paso que daba, por supuesto que el otro lo notó por eso no dejaba de mirarlo con esa intensidad llena de preocupación esperando a que su amigo le dijese lo que le pasaba, pero nunca habló y solo mantuvo esa sonrisa forzada que tenía desde un principio.

Era frustrante para Chuuya ver que no podía hacer nada más que esperar a que él quisiera hablar y contarle las cosas, en serio tenía ganas de tirar todo a la mierda y averiguar por su cuenta que era lo que en verdad pasaba, pero recuerda que al hacerlo nada bueno saldrá ya que acabaría como la utilma vez...

Esa última vez donde prometió no meterse en asuntos del castaño donde tenga que ver en su vida escolar, un día cuando Dazai llegó de sus clases vió su rostro lleno de moretones y sangre, el pelirrojo se alteró tanto ese día que acabo por mandar al hospital a todos los bastardos que le hicieron daño pero Dazai no parecía feliz con eso, ese día se enojó tanto con Chuuya que dejaron de hablar por un tiempo.

Y aún no sabía el por qué de su enojo de aquella vez, Nakahara creía que había hecho lo correcto pero luego de ver la actitud de su amigo todo se tornó en confusión.

— Oye, Dazai... – habló finalmente viendo a los ojos al contrario que estaba comiendo concentrado su cangrejo.

— ¿Si? ¿Qué sucede? – preguntó luego da haberle dado un mordisco a su comida.

— ¿No soy... tu mejor amigo? – su tono de voz bajó y su mirada cayó en su comida pensando en lo que dijo.

Esa pregunta siempre rondaba en su cabeza, si no hay un futuro para ellos siendo algo más que mejores amigos al menos quería escuchar a Osamu confirmándole que lo son, ya que ninguno de los dos estaba seguro de como era su relación después de solo visitas continuas del pelirrojo a la casa del otro, así que Chuuya tenía la duda de que al menos lo consideraba como un mejor amigo o alguien cercano... pero después de ver que Dazai no quiere aún compartir nada acerca de sus problemas lo hace dudar aún más, ¿realmente son cercanos? ¿Tan siquiera puede llamarse "mejor amigo"?

¿realmente conoce a Dazai Osamu?

Esa pregunta le aterraba, ya que sabía que no conocía nada de él.

Sin embargo, una risa interrumpió sus pensamientos así que miró como esta vez su amigo estalló en carcajadas golpeando continuamente la mesa causando un escándalo.

— Chuuya, ¿eres estupido? – rió una vez más y luego poco a poco fue relajándose para poder hablar.

— ¡¿Qué?! – lo fulminó con la mirada queriendo haberlo golpeado en ese momento pero tenía que contenerse porqué si no lo lastimaria.

— ¡Idiota, por supuesto que eres mi mejor amigo!

Mentira.

¿Mejores amigos? ¿Así veía Chuuya su relación? Claro, solo pueden tener ese tipo de relación.

Ahora mismo su sonrisa para despreocupar a Nakahara era la más falsa que las anteriores.

¿Qué ganaría con decirle al otro sus sentimientos? Era más que obvio, solo el cruel rechazo, Dazai no quería ser rechazado por la persona que ama, le aterra pensar la cara que colocaría Chuuya cuando se confiese.

Reprimir los sentimientos no ha sido  un problema para Osamu desde que empezó a sentirlos por el pelirrojo, pero desde hace mucho tiempo lleva así y solo se causaba más daño a él.

Él sabia perfectamente que dentro de el solo existía la triste angustia.

Una simple amistad de solo dos idiotas que no pueden decir la verdad.

Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora