adoptar

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— Adoptemos una mascota.

— ¿Por qué? ¿ya no te basta conmigo, Chuuya?

De nuevo repentinas palabras eran dichas, pero esta vez por el pelirrojo que le brillaban los ojos de la emoción como un niño pequeño, ya que de verdad quería adoptar una mascota y tenía que comentárselo a Dazai para elegir que animal llevarían a su casa.

— Me gustaría adoptar a un perrito...

— Definitivamente no.

Bien, sabía perfectamente que su pareja odia a los perros pero, ¿qué mal tiene tener un pequeño cachorro en casa? Dazai tiene que aprender que los perros son animales buenos e inteligentes, son muy comunes en casa y no es tan complicado de entrenarlos  además, son afectivos y juguetones.

Pero no insistiría, no quería tener un perro que solo el iba a querer, ya que Dazai ni en sueños lo va acariciar ni dar afecto.

— ¿Qué te parece entonces... un gato?

El de vendas lo miró sorprendido al escuchar que su pareja había sugerido otro animal que no fuese un perro, conociéndolo bien, Chuuya le fuera dicho que se jodiera y que igualmente adoptaría un perro.

— Vaya no creí que cambiaras de opción tan rápido, ¿no era los perros tu debilidad?

— Cállate, ¿entonces un gato?

Volvió a reiterar la pregunta, sentándose al lado de su pareja en el sillón y observándolo detenidamente esperando una respuesta, esperaba que dijera que si puesto que un gato en el hogar no estaría nada mal, en realidad no le importaría mucho que tipo de animal adoptaran ya que de todos modos a Chuuya le gustan mucho los animales, pero siempre quiso adoptar fue un perro sin embargo, ya que Dazai está viviendo con él y tienen un hogar juntos, él le gustaría que tomarán una decisión donde ambos estuvieran de acuerdo para adoptar a una mascota.

— No sería mala idea... pero, ¿un gato? ¿Por qué?

— Son lindos y tranquilos... algunos son cariñosos contigo y otros no, pero eso no quita lo lindos que son.

— Son lindos, si, pero ¿te das cuenta que tener un gato en casa estaría todo lleno de pelos de gato? Además, su orina huele horrible.

— Dazai, toda orina y popó huele horrible, no te quejes.

— ¿y cómo solucionas lo del pelo de gato por toda la casa?

— Hay herramientas para eso, no te compliques tanto la vida con el tema y acepta que adoptemos un gato Dazai.

El de ojos azules se acercó lentamente al cuerpo del castaño buscando que este lo rodeará con sus brazos para un abrazo cálido por el frío que hacía en ese momento, esperando que esta vez lo pensara y le dijera que si, colocó su cabeza en su pecho alcanzando a escuchar sus tranquilos latidos, giró a verlo levantando su mirada y encontró a un Dazai completamente dormido.

Le gritó y lo golpeó, ¿cómo se atrevía a dormirse en este momento?

— ¡NO TE DUERMAS ESTUPIDO!

— ¡Era broma, una broma Cariño!

Dazai reía y se quejaba por los pequeños golpes que le daba su pareja en su brazo, eran casi fuertes puesto que era Chuuya quien se los daba y estaba molesto por la pequeña broma que se atrevió a gastar.

Se acomodó en el sillón y trató de sentar a su querido en sus piernas para hablar cómodamente esta vez, el oji azul no se quejó y tomó asiento en las largas piernas de su querida pareja extiendo sus brazos para rodearselos por el cuello y acercarse para oler el perfume que cargaba Dazai en ese momento.

— Hueles bien.

— ¿En serio? Siempre huelo bien, Chibi.

Chuuya olió todo su cuello, capturando toda la buena fragancia que traía el castaño encima, en realidad olía muy bien y le gustaba mucho el olor, tanto así que su nariz llegó a parar desprevenidamente en los labios de su pareja quien sonrió por lo que acababa de suceder.

— Que lindo eres~ ¿Cómo tu pequeña nariz terminó en mis labios de repente?

Rápidamente se alejó avergonzado, tampoco supo cómo llegó a esa situación pero lo único que pensaba en ese entonces era en absorber toda la fragancia que llevaba el castaño encima, lo había vuelto loco por un segundo.

— Mejor respóndeme de una vez, ¿adoptamos el gato si o no?

— ¿Hum? ¿Para que necesitamos un gato si tenemos uno aquí mismo? y que tanto le gusta olerme...

Comentó con una sonrisa pícara tomando de las caderas al pelirrojo que hace rato estaba levemente sonrojado, dejó que el loco de su pareja hiciera lo que quisiera y así sucedió que el contrario se lanzara a besarlo con deseo y con el objetivo de volver loco a Chuuya por un rato también, cosa que no pasó ya que el más cuerdo de los dos se separó.

— Solo era para decir que tomaré este beso como un si, después no te quejes.

— Bien, bien... tú ganas, adoptaremos ese animal.

— Gato, Dazai.

Y al siguiente día ambos terminaron adoptando una gata, de manchas blancas y negras, formando un extraño corazón en uno de sus ojos, el cual Dazai prometió cuidarlo y quererlo, hasta el día que muera el animal.

Por supuesto que Dazai trato de matarlo sin que Chuuya se diera cuenta, pero el gato por alguna razón tenía el mismo problema que él.

Extrañamente la gata tampoco moría sin importar cuanto el castaño lo intentara envenenar, arrojar al río o dejarlo en una caja sin aire.

No quedó de otra que aceptar vivir con aquel animal, por otra parte Chuuya estaba feliz de ver a su querida Yie sana y salva en casa.

Una nueva integrante en nuestro doble negro.






Volví, sana y salva también, con deberes terminados y sin dolor de cabeza <3

Gracias por leer y tengan un buen día hoy

Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora