Extrañar

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Un día libre era lo que necesitaba Chuuya.

Necesitaba un día de descanso y eso significaba que no quería ni estar en su labor de la mafia ni con Dazai, él quería salir, despejar su mente y estar en un lugar donde pueda relajarse en paz.

Era todo lo que necesitaba y así fue, tuvo su día libre y sin Dazai en el,  ahora mismo estaba caminando por las calles llenas de personas de Yokohama, viendo uno que otro mostrador en las tiendas de ropas y de vinos, también  visitó una cafetería que últimamente le ha llamado la atención por el café que hacen allí y así fue su día, solo comprando algunas cosas que él quería y pasar un rato en aquella cafetería.

Luego de eso caminaba nuevamente por las calles comiendo un helado y silbando una melodía que el mismo desconocía, viendo las personas pasar y sentir la brisa chocar contra él fuertemente, aunque eso no fue lo único que chocó con él.

— ¡Oh, disculpe! ¿Se hizo daño?

Chuuya vio que su helado había sido derramado en su chaleco por el repentino choque con el sujeto de ahora, sin embargo le restó importancia y giró a ver con curiosidad al albino que tenía al frente, frunció su ceño al notar que era esa mascota de la agencia que se transformaba en tigre pero, ¿por qué rayos lo golpearía? Ni que el tigre fuera Dazai.

— Tranquilo, eres... ¿Atsushi no? No te preocupes por mi chaleco, tengo más en casa niño.

El contrario no supo cómo reaccionar al darse cuenta que se había chocado nada más ni nada menos que con el mismísimo Nakahara Chuuya de la mafia, sintió como empezaba a faltarle el aire y sus palabras no salían por el repentino miedo que le dio al pasar un pensamiento por su mente: "¿y si me mata?"

— Oh Dios mío, perdóneme la vida se lo suplico, pagaré por lo de su chaleco así que no recurra a la violencia... Chuuya-San...

— ¿Violencia? Niño, ya te dije que no te haré nada, seguiré por mi camino así que buen día, adiós.

Este se alejaba agitando su mano en modo de despedida dejando atrás a un confundido y nervioso Atsushi que no entendía el cambio de actitud del pelirrojo, como decirlo, ¿ahora era más amable y menos agresivo que antes? Era lo que se cuestionaba el confundido albino.

De alguna manera Atsushi aún se sentía mal por lo que sucedió con el chaleco de Chuuya, así que fue detrás de él para detenerlo y preguntarle si podía comprarle otro helado ya que aún quería recompensar lo que había sucedido, el de ojos azules aceptó con gusto por que después de todo iba a obtener otro helado a cambio, se dirigieron a una heladería cercana y Atsushi al entrar no se había dado cuenta que donde estaban era la heladería más costosa de la ciudad.

Un dolor para él y para su monedero.

Rezaba para que Chuuya eligiera un helado no tan costoso y accesible para lo que tenía en su monedero, pero claro, Nakahara Chuuya no se lanza a lo más barato, pero esta vez fue una excepción al ver que el albino estaba cada rato viendo su monedero contando lo que tenía dentro de ese mismo con una cara de terror.

Eso hizo que soltara unas carcajadas por lo divertido que era ver a Atsushi al estar tan nervioso por el helado que el llegara a escoger, al final terminó pidiendo un helado de fresa no tan costoso y puede jurar que escuchó al albino soltar un "gracias a Dios" de su parte.

Salieron de allí para luego sentarse en una mesa cerca del local para tomar su helado. Bueno, solo era Chuuya quien comía, Atsushi solo estaba observándolo detenidamente tanto así que el pelirrojo se sentía incómodo.

— ¿Qué tanto miras niño? Si quieres probar el helado solo dímelo y ya.

— ¡¿Eh?! No, no, no, Chuuya-San... solo lo miraba a usted...

— ¿hum? No hay nada bueno que ver en esta cara, así que deja de observarme tanto, resulta incómodo.

— Lo miraba por que es la primera vez que no está molesto y agresivo como las muchas veces que llego a verlo Chuuya-San.

Atsushi sonreía mientras seguía observando al de ojos azules, el contrario solo suspiró y sonrió de igual manera causando que el albino casi se atragantase con su propia saliva al ver sonreír por primera vez al mismísimo Nakahara Chuuya de la mafia.

"Las personas se ven mucho mejor cuando las ves sonreír y son felices" era lo que pensaba Atsushi en ese momento y darse cuenta que no importa que actitud tan amargada, molesta u oscura tengas, alguna vez la persona más oscura sonreirá, eso lo hizo pensar en alguien que conocía... ahora mismo quería ir abrazarlo y hacerlo sonreír también.

Por otro lado el de ojos azules empezaba a pensar en su pareja, haciéndose preguntas cómo: "¿estará en casa? ¿Habrá comido? ¿Quizás le llevo un helado también? ¿aún sigue vivo?" En ese momento solo su cabeza se llenó en la persona que más amaba puesto que no lo tenía al frente de él tomando un helado juntos, a cambio tenía el chico de la agencia al frente suyo, no era como si le disgustase su compañía solo que empezaba a extrañar al estupido de su pareja al no tenerlo a su lado.

Y aunque al principio se suponía que este día sería sin Dazai y era para relajarse en paz, acabó extrañadolo y queriendo estar con él, despues de todo si se relajó y tomó un helado con una persona inesperada, así que tomo sus cosas dejó algo de dinero en la mesa y se despidió del albino con su mano diciendo que tenía que encargarse de un suicida en casa.

Atsushi solo asintió con una sonrisa al entender que el pelirrojo se encontraría con su superior, haciéndolo pensar en que si también tendría que ir a encargarse de un malhumorado Akutagawa en casa.

Ambos chicos, acabaron dirigiendose a ver a sus queridas parejas, después de todo ambos los extrañaban.



¡hola! Gracias por leer y tengan un buen día hoy, coman, tomen agua y sean felices ♡

Soukoku One Shots 𝄢 [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora