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"..."
...
Sus manos rodeaban mi cintura pegándome a él, extrañaba demasiado el calor de sus manos, mierda.

Bajaba hacia mi cadera, reposando sus manos sobre mis glúteos, Javier tenía algo irresistible que a veces era imposible evitar. Abrí mis ojos y nuestras miradas se cruzaron, seguíamos quemándonos y yo no me daba cuenta pero ya nuestros labios se habían vuelto a juntar, rellenando ese vacío interior y prendiendo fuego en mi alma.

Me sentí culpable pero el exceso de alcohol dejo fluir todo, seguíamos besándonos, poco a poco subiendo más nivel y llegando a juntarse nuestras lenguas, combinando nuestras salivas.

Apunto de llegar más allá paré, no podía seguir aunque se sentía tan bien.

—Javier, no es lo mejor, menos ahora. Perdón, llévame a casa por favor—Le digo mientras mi mano sigue apoyada en su cuello.

Con una cara de niño triste me llevó hacía mi apartamento, sabiendo ya donde vivo, él solo miraba la carretera atento y yo solo lo miraba a él. Me ganaba el orgullo pero a la vez me puse en su lugar por primera vez en la vida, entendiendo todo lo que pasa por su cabeza. Eso era suficiente para saber que hacer.

Me acompañó hasta el portal de mi edificio, al abrir la puerta del portal me despedí de él.

—Espera, no te vayas un momento—Se giró volviendo a mirarme, apenas estuvo lo suficientemente cerca le di un beso— Escríbeme por mi nuevo número, que este sea nuestro secreto— Le guiñé el ojo y le di mi número.

Entré a casa con una sonrisa, me encontré a Vivi en el salón esperándome. Siempre se me olvida que ella también tiene la llave de casa.

—Elena, ya lo he visto, no hace falta que me comentes nada. Solo sé consciente de lo que haces y por si has bebido mañana te lo volveré a recordar—

—Te lo aseguro, era lo único que necesitaba—Le dije tirándome en mi cómodo sofá después de quitarme esos incómodos tacones.
...

Mi teléfono vibraba junto el sonido de la alarma, eran las nueve de la mañana, revisé las notificaciones que tenía y entre muchas me llamó la atención una.

«Con que nuestro secreto, eh»

Era un número desconocido, era Javier, me pregunté cómo consiguió mi número, sin recordar la noche anterior. Salí de mi habitación, Vivi me esperaba con un café hecho y unas tortitas con miel.

—Vale, te recuerdo lo que pasó anoche, por si acaso—

Me dijo todo, nunca hubiera sido capaz de eso si no hubiera estado tomada, supongo.

—Vale, pero no le digas a nadie, no me arrepiento pero no quiero que otra gente dañe nuestra relación— Después de decirlo procedí a contestas a Javi.

«Si, a veces hay que aguantarse»

Le di a enviar y seguí con mi desayuno, por una parte me ponía feliz tener a mi gran apoyo junto a mí pero por otra parte era mucho más peligroso de lo que pensaba.
...

Nuestras almas seguían conectadas, estábamos destinados. Javier y yo seguíamos con nuestro "secreto" sin llamar la atención y disfrutando nuestro tiempo. Era gratificante despertar con sus ojos cafés posados sobre mí, cada día mirándome más profundamente de lo que ya lo hacía.

Mi alma se saciaba con su boca y así seguíamos felices entre nosotros dos, no hacían falta copas o fiesta para perder el control.

Saqué un libro hablando sobre lo nuestro, nadie sabía que era sobre eso, se pensaron que era un cuento pero me pareció mucho mejor. Se llamaba "A veces", hablando sobre cada mínima cosa que me había pasado con mi chico de ojos cafés. Nunca me arrepentiré de haberte seguido el juego.

A veces es mejor hacer lo que te pide el alma aunque tu cerebro piense que es lo incorrecto, sigue lo que el corazón te diga y te dará otro camino mucho mejor.
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FIN
















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Bueno gente, gracias por todo el apoyo, aquí se acaba de momento, puede ser más adelante subo alguna cosa más pero nada que este es el fin. No es el más épico ni nada pero se vienen mejores proyectos, gracias si has llegado hasta aquí, te invito a votar el capitulo y seguir mi cuenta para no perderse mi próxima novela.❤️

a veces; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora