Capítulo 2: Un Secreto De Dos O Más

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Agradecido con no tener que realizar molestos saludos y actos de cortesía por la falta de interés del Rey en su harem, Wanyin podía disfrutar al menos de una cosa en su estadía en aquel gélido lugar.

La compañía de Nie Huaisang y de Jin Guangyao. Al primero lo conocía desde su infancia por la fuerte relación entre sus Reinos, junto a Wei Wuxian conformaban lo que ellos en su inocente infancia llamaron Los tres Guerreros de hierro, nombre del que Wanyin años después se arrepintió por lo absurdo que sonaba.

Al más delgado y de ropas amarillas realmente lo conocía solo por la palabrería de los habitantes del Reino. Se decía que era hijo de una prostituta y que por eso su padre no lo aceptaba.

A él no podía importarle menos, su compañía era bastante agradable y su sarcasmo al regañar a Huaisang le resultaba divertido.

— Deberíamos buscar a A-Yao, no sé qué harían los eunucos si llegan a enterarse que salió del margen — Huaisang arrastró al más alto a través de los pasillos y frondosos jardines.

Empezaba a cansarse, dónde se había metido el contrario?

— Deberías estar avergonzado Zewu-Jun! — ambos miraron detrás de una pared como Guangyao golpeaba la mejilla del alto hombre de blanco —, y lo que le hiciste a Mingjue, jamás te lo voy a perdonar.

Wanyin inmediatamente tapó su boca y con la mano libre la de Huaisang. La fuerte discusión era liderada por el de amarillo, y por el silencio del más alto, se podría decir que se sentía tal vez un poco culpable.

— A-Yao...

— Tienes prohibido llamarme así de nuevo! — gritó — No sólo ayudaste a traer a el hermano de Nie Mingjue a este asqueroso lugar, sino que también ayudaste a traer su pareja y a su hijo.

Tanto Wanyin como Huaisang se quedaron congelados en su lugar, habían escuchado bien? Wanyin observó con detenimiento como Zewu-Jun miró con asombro el vientre aún plano de Guangyao y como este último había golpeado la mano del blanco cuando había tratado de tocarlo.

— Es cierto eso A-Yao? — en algún momento de su asombro Huaisang se había escapado de sus manos — Vas a tener un hijo? De DaGe? Él lo sabe?

— Planeaba viajar a Qinghe Nie para darle la noticia el día en que Gusu Lan atacó Lanling Jin — contestó estando consciente de que siempre habían estado presentes los otros dos —, planeaba decírtelo Huaisang, pero primero necesitaba asegurar que no nos pasará nada.

Miró una vez más a Xichen.

— Me aseguraré que nadie les haga daño, ni a ti ni a Huaisang — dijo finalmente rendido ante las palabras.

— Te olvidas de Jiang Wanyin — señaló con su pulgar la pared detrás de ellos y el de morado no tuvo más alternativa que salir de su escondite —, vela por nuestra seguridad Zewu-Jun, es lo mínimo que puedes hacer.

— Puedo ponerle yo el nombre? — los más bajos se alejaron mientras el de verde hacia una y mil preguntas bastante animado.

Wanyin observó con burla como el de ojos cobrizos se mantenía en una postura tambaleante y su rostro parecía aún más pálido.

— Patético — escupió emprendiendo su camino detrás de sus amigos.

Más tarde, tras aguantar la duda por horas, se atrevió preguntar cuál era la relación que tenían Guangyao, Mingjue y Zewu-Jun. Nie Huaisang fue claro pero corto.

— Ellos eran muy buenos amigos desde que era muy jóvenes, incluso Xichen iba a ser el mediador en la ceremonia de DaGe y A-Yao — explicó bajito —, pero ya sabes, Lan Qiren tomó el puesto en el trono y todo se descontroló.

El Concubino Del Jade Donde viven las historias. Descúbrelo ahora