Lan Qiren llega después de diez noches y por suerte, lo primero que hace es ir a sus aposentos para descansar. Ignora las peticiones de sus consejeros para realizar una junta urgente y se retira sin decir más.
— No deberías confiar tanto en ellos — dice decidido mientras trata de ignorar la mano que se posa sobre su vientre abultado. Ha rechazado las insinuaciones del Rey para follar y al parecer el hombre está tan cansado que ni siquiera insiste.
— Por qué lo dices? — sabe que Lan Qiren confía plenamente en su mano derecha y en los ancianos que lo aconsejan, que la posibilidad que crea más en él es casi nula, peor en este momento, aquellos hombres representan la mayor amenaza.
— Son hombres avariciosos, ellos no están aquí por el Reino y su grandeza, están aquí para su propia ventaja — es inexistente su ventaja —. Y sé que aún me miras como un hombre de Yunmeng Jiang, pero en este momento más que un Jiang, soy el padre de nuestro hijo y sé que la grandeza de Gusu Lan será la grandeza de mi hijo, no dejaré que un par de tontos dejen caer lo que has logrado.
El Rey parece creerle al punto en que al día siguiente, ha llamado a los ancianos que Wanyin a nombrado la noche anterior. Ruegan y suplican su misericordia, acusan a Jiang Cheng de traidor en sus últimos latidos antes de ser asesinados.
No se siente culpable, porque ni siquiera ha mentido. También sabe que esos hombres tienen tanta culpa como Lan Qiren, ellos también causaron tanta muerte e incluso la destrucción de un Reino entero.
No se siente culpable, porque sabe que es lo que tiene que hacer para acabar con todo esto. Tiene que soportar ser follado por el Rey, dormir a su lado y convencerlo de que pueda confiar en él, tiene que soportar no ver a su familia en tanto tiempo, escuchar los alaridos de aquellos que osan desafiarlo.
Soporta el hecho de que tiene que ignorar lo que empieza a sentir por el qianyuan.
Ha llegado al punto en que sabe que el bebé no tiene nada que ver cuando ansia ver a Lan Xichen, besarlo y tocarlo. Escucharlo hablar de cualquier tontería cuando se supone que deberían estar repasando sus deberes como su Alteza.
Que lo tenga en mente no significa nada, debe de dejar sus sentimientos y anhelos de lado para poder proteger a su familia.
— Cómo lo hiciste? — apenas puede soportar el hinchazón de sus pies cuando una concubina lo encara — Todos saben que el Rey no gusta de los kunze varones, mucho menos de los que no soy delicados — exige saber —. Cómo lograste atraparlo?
— Vuelve a tu área, no puedes estar aquí — él tampoco, se supone que está a unos sesenta días del parto y no puede andar solo por cualquier lado. Lan Xichen ha salido y se le ha asignado un nuevo guardia, pero al parecer no está muy interesado en vigilarlo.
— No eras más que otra puta del Rey, cuál fue tu truco? Usaste magia o trucos baratos que venden en el mercado!?
— No sé a qué te refieres.
— Dime! Todos saben que el Rey no pueden tener hijos, ya no más. Quién es el padre de tu bebé? También eres la puta de Zewu-Jun? O de Hanguang-Jun? — sabe que algo malo va a pasar cuando la mujer se acerca más de lo que debería, trata de buscar algún guardia con la mirada, pero al parecer está solo — Yo era su favorita, desde que eres la emperatriz no me ha llamado ni una sola vez.
— Es problema suyo, yo nunca le he prohibido acostarse con otras personas.
— No no no... El problema eres tú, siempre lo has sido y siempre lo serás si no lo impido.
Puede ver un destello plateado correr hacia él antes de que sienta una fuerte punzada en el vientre, cuando baja la mirada; sólo ve rojo.
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El Concubino Del Jade
FanficCuando te encuentras bajo el yugo del hombre que te arrebató de los brazos de tus padres, la única alternativa que te queda es seguir las órdenes. Sin embargo, para un kunze como Jiang Cheng, las cosas solo van empeorando cuando se ve involucrado c...