El Concubino Del Jade

Capítulo 9: Humillación Pública

Las cuatro grandes sectas se encuentran en el salón imperial de la ciudad Gusu Lan. Yunmeng Jiang y sus tonalidades moradas se muestran con la familia real tomando sus lugares y unos cuantos guardias. Lanling Jin está presente con Jin Guangshan, su hijo mayor y la esposa embarazada de este. Como era de esperarse, Qinghe Nie se presenta sin su Rey y en su lugar, es Nie Zonghui quien se ve.

Nadie sabe realmente qué es lo que Lan Qiren espera de esa reunión precipitada, Lan Xichen, quien se mantiene a un lado del trono, piensa que tal vez su tío esté pensando en exigir algo más a los demás Reinos.

Lan Wangji aparece a su lado un poco tarde, puede ver la angustia y molestia en su rostro y no puede evitar preguntar qué es lo qué sucede.

— El Rey ha organizado este evento para presenciar la humillación pública de Jiang Wanyin — dice, mirando hacia enfrente donde se encuentran el Rey y la Reina de Yunmeng, así como Wei Ying.

No sabe qué decir, se había escrito que Wanyin sería humillado en Ciudad Caiyi, lo cual consistía en anunciar sus pecados frente a los pueblerinos y dejarlo arrodillado en medio de la plaza durante un día entero.

— Los he llamado aquí para enseñarles lo que pasa cuando alguien desafía mi palabra — el hombre de barba habla desde el trono —. Hace aproximadamente tres semanas, Jiang Wanyin, anterior príncipe de Yunmeng Jiang; tuvo la osadía de atacarme mientras dormía. Hoy, como pago a sus pecados, será humillado públicamente frente a las cuatro grandes sectas.

Sus palabras terminan con la entrada del Kunze siendo escoltado al centro del público, vistiendo no más que su desnudes completa. Ha sido despojado de toda capa, prenda y venda que lo pueda proteger del frío y las miradas.

Sus heridas en la espalda se han abierto de nuevo, dejando un camino sangrante a su paso. Xichen no reacciona cuando ve a la notable araña púrpura ponerse de pie y desenfundar su espada, Wei Wuxian sigue sus movimientos, pero es el mismo Jiang Fengmian quien les ordena volver a sus puestos.

— Jiang Wanyin ya ha cumplido la primera parte de su castigo, siendo azotado treinta veces con el látigo de castigo de Yunmeng y negado de todo contacto, alimento y bebida durante treinta noches y treinta días — el hombre de barba sigue hablando con una sonrisa satisfecha en el rostro, burlándose del enojo en la mirada de la familia del castigado e ignorando el mismo dolor del kunze expuesto —. Ahora, tiene que cumplir con la segunda parte de su castigo.

Las rodillas del Jiang se estrellan con un empuje de los guardias, lo obligan a mantener la espalda recta y la mirada directa a su familia.

Lan Xichen tiene ganas de vómitar cuando la primera patada llega al vientre del kunze, este no cae al piso sino hasta que un qianyuan golpea su espalda con un látigo de disciplina; las patadas se siguen encontrando con el delgado cuerpo aún cuando está hecho un ovillo en el suelo.

— Pide perdón por tus pecados, Jiang Wanyin — exige el Rey, mirando la sangre brotar con cada movimiento —. Pide perdón por humillar a tu familia de tal manera, por causar que la mitad del concubinato escapara y por asesinar a un guardia imperial.

En la gran sala solo es escuchan los quejidos del Jiang, así como los golpes que maltratan su ya lastimada piel. Hay un charco de sangre que lo rodea.

— Basta! — grita Xichen y todos dirigen su atención a él — Él se ha disculpado, lo he escuchado.

— Mentira — Su She entra en la escena.

— Estás llamando mentirosos al Príncipe Lan? — Xichen vuelve a levantar la voz para que todos lo escuchen adecuadamente — He dicho que ya dijo que lo lamenta, lo he escuchado claramente.