¡No me toques! - Kuroken

16 - Somos nosotros tres... siempre.

4908. Por favor denle un abrazo a nuestro lindo Kuroo <3

La noche después de llegar al apartamento de Kuroo fue algo difícil. No pude evitar las pesadillas relacionadas a Hiroki y no me fue difícil adivinar el porqué de estas. Era la puerta. Aquella que había decidido dejar sin seguro. 

Tuve la tentación de cerrarla a media noche, pero quería hacer mi propio avance antes de ir al psicólogo. Ya he ido con anterioridad a uno debido a mi ansiedad, así que se lo que me va a pedir. 

Una red de apoyo. 

Básicamente, un mínimo de una persona que sea de mi confianza para cuando sienta que las cosas no van bien. Antes de todo el alboroto en mi vida, esas personas eran mis padres y Shoyo. Luego creí que lo era Hiroki...

Y ahora se que necesito a alguien así. Me gustaría que fueran mis padres nuevamente, pero debe ser alguien que esté constantemente en mi vida, así que, ¿quién mejor que Kuroo?

Es decir, vivimos juntos y todo eso... se que quiere ayudarme. Aun no logro entender el porqué, pero quiero creer que lo hace con buenas intenciones. 

Y en lo referente a Kuroo, podría decirse que él es la causa de que esté despierto a las 9:30 de la mañana. Desde mi habitación puedo escuchar música y el constante movimiento de utensilios en la cocina. 

Al notar que no podré volver a dormir, me levanto de la cama y camino arrastrando los pies hacia la cocina. Aun estoy tallando mis ojos cuando me encuentro con semejante vista. 

- ¿Hubo un tornado en el apartamento y no me di cuenta? 

Harina, agua, aceite, mínimo 2 huevos y mucha más harina estaba esparcida por todo el lugar. Para cuando mis ojos se detienen finalmente en Kuroo, realmente no tengo idea de donde enfocar mi vista. 

Todo él está lleno de harina. Cabello, cara, pantalón y torso... Sí, torso. Tengo frente a mí a un Kuroo sin camisa. 

- ¡Oh, Kenma! - exclamó con emoción, aunque su atención parecía estar enfocada en mil cosas a la vez - Intento hacer panqueques para el almuerzo. Solo espera unos... 40 minutos y estará todo listo. 

- ¿Que... que ha...? - comienzo a tartamudear y siento mi pulso acelerarse. ¿Por qué? No lo se. 

- Te llamaré cuando todo esté listo - dice el pelinegro y literalmente me empuja fuera de la cocina. 

Por un momento tengo la intención de volver ahí dentro y pedirle una explicación por su raro comportamiento, pero aun estoy adormilado, así que hago justo lo que él me pidió. 

Recostado sobre el sofá dejo mis pensamientos volar hacia los últimos 3 días en casa. No voy a mentir y decir que todo fue perfecto, es decir, la pase bien y fue lindo reencontrarme con mis padres, pero ahora mi madre lo sabe. 

Ella sabe sobre Hiroki y logro ver por un par de minutos el daño que eso me ha causado. Se que ella intentó no hacerlo muy notorio, pero vi su mirada preocupada sobre mi en varias ocasiones. Si en mis manos estuviera, ella jamás lo habría sabido. 

Y debido a que no quiero pensar demasiado sobre eso, decido cambiar el rumbo de mis pensamientos a Kuroo. 

"Huérfano desde los 17" sus palabras se repiten dentro de mi cabeza. 

Él siempre me dijo que se alejó... siempre que algo relacionado a su familia era mencionado eso era lo que decía. Él decía "es complicado", pero nunca imaginé que era así de complicado.