13 - No es caridad

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4693 palabras. La verdad no se como salió este capítulo. Lo escribí en 24 horas jajaja :) 

Espero lo disfruten. Pdta: la foto es adorable <3

El domingo fue un día donde ninguno de los dos hizo nada realmente. Ambos nos despertamos tarde y pasamos la mayoría de la tarde en el sofá viendo cualquier cosa que apareciera en televisión. Ordenamos la comida y para cenar comimos las sobras. 

Es nuevamente lunes y, por alguna extraña razón, Kuroo no ha ido a trabajar hoy. Mencionó algo sobre tener el día libre y que debido a ello podía acompañarme a la entrevista en NekoGames. Si me lo preguntan a mi, creo que se tomó el día especialmente para esto. 

- ¿Estas listo? - escucho preguntar a Kuroo del otro lado de la puerta de mi habitación. De nueva cuenta, la puerta está cerrada con seguro. Me pregunto si algún día podré dejar ese habito... 

- Aún no, espera unos minutos mas - grito en respuesta. 

La ropa que elegí para este día es una de aquellas que Kuroo eligió para mi hace dos días. Es un pantalón de mezclilla negro y un suéter blanco que me queda algo flojo, pero funciona para mi. Supongo que se ve formal como para una entrevista de trabajo. 

Con rapidez me visto en dichas prendas y observo mi reflejo en el espejo. Han pasado solo dos días, por lo que ver mi cabello rubio aun es raro. Sin embargo, eso no es lo que me desconcierta de mi reflejo. Por unos segundos no logre identificar lo que es, es decir, el único cambio en mi persona es el cabello... todo debería seguir igual, pero no lo es. 

La camisa deja al descubierto mi cuello y lo raro es que se encuentra "limpio". No hay chupetones, no hay marcas de manos en él... es solo pálido y normal. Con lentitud pasó una mano por el área y me sorprende el hecho de que no duela, como si llevara tiempo sin sentirse así... como si por largo tiempo solo hubiera conocido el dolor. 

- ¡Kenma! Llegaremos tarde si no te apresuras - vuelve a gritar Kuroo sobresaltándome.

Respire profundamente antes de decidir salir de la habitación. La verdad es que estoy sumamente nervioso. Yo era asombroso en mi antiguo trabajo, o por lo menos eso decía mi jefe. Trabaje en varios videojuegos que fueron exitosos apenas salieron a la venta y, de no haber renunciado, ahora podría tener un gran puesto... pero lo deje todo. 

Renuncie y me dedique a ser el sirviente de Hiroki sin rechistar. Me odie internamente por haberlo dejado, pero en su momento él me convenció de que era lo correcto.  Y ahora llevo tiempo sin hacer nada, por lo que es probable que ya no sirva de nada. Todo mi esfuerzo en la universidad podría ya no valer nada...

- Estoy listo - susurre al llegar a la sala donde encontré a Kuroo sentado con un libro en su regazo. Al instante lo cerró. 

- Entonces hay que irnos - exclamó animado tomando las llaves del auto y del apartamento. Yo solo asentí y lo seguí un par de pasos atrás. 

Toda la emoción que había estado sintiendo desde que Kuroo me consiguió esta entrevista parecía haberse desvanecido apenas empezó el día. Kuroo realmente se esforzó en hacerme sentir bien toda la mañana con un delicioso almuerzo y buena charla, pero no me sentía con ánimos de ello. 

El camino al auto, el cual Kuroo no había regresado a Bokuto, fue silencioso y ni hablar de la situación actual del viaje hacia aquella empresa donde tenía una posibilidad de trabajar. 

- ¿Sucede algo? - pregunto Kuroo en algún punto del viaje. Me encogí de hombros. 

- No lo se... estoy algo nervioso. 

- No te preocupes demasiado, ese trabajo será tuyo - habló confiado y eso solo logró hacerme sentir enojado. 

- ¿Por qué? ¿Por qué Akiko está ahí para darme un trabajo seguro? - espete con indignación. 

¡No me toques! - KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora