26 - Algunos corazones unidos y otros rotos

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¿Esperaban esto tan rápido? Yo se que no porque yo tampoco jajaja.
Disfruten, de todos modos no es un capitulo especialmente largo. Perdonen si tiene errores o inconsistencias, lo escribí rápido :)

El amor se presenta en muchas formas. Está el amor paternal, el amor romántico, el amor entre amigos, incluso el amor que le profesan a las celebridades o a aquellos seres inexistentes que las personas leen o ven en alguna película o serie de televisión. 

Y a su vez, el amor trae consigo diferentes emociones que experimentar. Cariño, odio, tristeza, soledad, felicidad, desesperación, anhelo, admiración, miedo, etcétera, etcétera. 

Es un sentimiento complejo y complicado el cual algunos anhelan y otros repudian. Y aunque algunos lo pintan con color de rosas y otros como algo horrendo y asqueroso, la realidad es que es una combinación de los dos. 

El amor está lleno de buenos momentos como de malos momentos. En él hay felicidad, pero también hay tristeza. Es complicado, ya se ha dicho, y muchas personas sufren por él, pero cuando es un amor real y bien cuidado, al final casi siempre vale la pena. 

¿Pero qué probabilidad hay de que tu amor sea parte de ese casi? 

Miedo, pánico, desesperación, tristeza. 

Así se siente ese dia Akaashi. 

Nunca ha dudado a tal grado sobre su amor con Bokuto, pero pequeñas cosas han alterado su forma de pensar y está a punto de tener un colapso porque está aterrado de que el amor de su vida ya no lo sea más. 

Tiene el teléfono en sus manos y entre sollozos marca un numero de telefono porque necesita apoyo y no puede pensar en nadie mas que le ayude. 

Su cabeza da vueltas y vueltas y no puede parar de llorar desde que despertó solo en su habitación con el otro lado de la cama frío por la ausencia de quien la ocupa todas las noches.

- Hey Akaashi, estoy algo ocupada. ¿Crees que podamos...? - escucha del otro lado de la línea, pero poco le importa porque de inmediato la interrumpe. 

- Ayudame - solloza y camina a tropezones hacia su sofá porque las lágrimas no le dejan ver el camino. 

- Mierda. ¿Que ha pasado? - ahora Akiko está asustada y con rapidez toma sus cosas de su oficina para salir corriendo a donde le necesite. 

- No puedo respirar y... - se detiene unos segundos para encontrar las palabras entre el revuelto que hay en su cabeza - tengo miedo. Mucho miedo. 

Continúa llorando y vagamente le contesta a Akiko que se encuentra en casa cuando ella le pregunta dónde está. 

- No me cuelgues cariño, voy en camino - le ordena al pelinegro y este deja el teléfono a un lado para abrazarse a sí mismo porque no tiene a su chico que lo haga por él. 

Y eso le hace llorar más. 

- Me voy, diles a todos que estoy muy ocupada y no puedo atenderlos hasta mañana - Akiko ordena a su asistente con el teléfono aún pegado a su oído para al menos escuchar que sigue ahí. 

- Pero hoy tiene una reunión muy importante - le indica su asistente. 

- Pues cancela la reunión, no estaré en ella - le responde la pelirroja. 

- Pero...

- ¡Diles que tuve un accidente! - grita alejándose - ¡Me rompí una pierna y estaré en el hospital por horas! ¡Nos vemos! 

Akiko sale corriendo y toma el primer ascensor que ve abierto a pesar de que ya no cabe ni un alma más dentro. Se impacienta cuando tarda en llegar al primer nivel, pero es lo suficientemente lista para esperar a que este llegue en lugar de bajar por las escaleras porque sabe de antemano que no es muy rápida y podría terminar verdaderamente en el hospital. 

¡No me toques! - KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora