10 - ¿Tensión sexual con la abuela?

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Yeah! Llegamos al 1K en vistas! Debería estar super feliz por eso y aunque en su momento lo estuve, ahora no puedo parar de llorar :)

En fin, disfruten este capitulo, que mi tristeza no les detenga. 



Entre ayer y hoy fue difícil para mi no hacer nada en ese apartamento, la ansiedad me invadía de tan solo pensar en Kuroo molesto, pero sorprendentemente se veía más aliviado al no encontrar todo perfecto dentro de su apartamento al llegar del trabajo.

No miento cuando digo que realice un par de cosas por instinto, pero al notarlo me detenía y simplemente buscaba algo más que hacer que no implicara limpiar o cocinar. Una de las cosas que hacía por distracción era leer... o intentarlo.

La mayoría de los libros dentro del departamento eran de química y cosas demasiado científicas para mi entendimiento y, cuando Kuroo llego y me vio alrededor de sus libros esparcidos por toda la sala, solo me observo algo confundido durante un par de segundos, pero lo dejo pasar.

Al inicio creí que me gritaría por tomar sus cosas sin permiso, pero durante la cena del viernes, la cual Kuroo me avisó con tiempo que él compraría después de salir del trabajo, solo pregunto si me gustaba la química, a lo que obviamente respondí que no. 

El fue claro al decirme que podía tomar todo lo que estuviera al alcance de mi vista en cualquier habitación del apartamento y que si necesitaba algo, solo debía decirlo y él se encargaría de ello. 

Finalmente es sábado y después de pasar toda la mañana haciendo nada frente al televisor y de comer algo en su apartamento nos pusimos en marcha hacia el centro comercial, lo cual puede no haber sido una buena decisión.

Mucha gente. Demasiada, se encontraba dentro del lugar y eso no hacia mas que incrementar mis temores. Pase la mayor parte de mi tiempo encerrado en mi antiguo departamento, saliendo sólo cuando era necesario y sin interactuar demasiado con la gente. Esto era casi nuevo para mí.

Sin darme cuenta, me posicioné detrás de Kuroo y me aferre con fuerza a su sudadera. Desde aquella noche en que llame a mi madre, el contacto físico que tenía con Kuroo no era más que simples roces o toque que sucedían por accidente.

- ¿Kenma? – pregunto Kuroo ante mi acción repentina.

- Hay demasiada gente – susurre aun sin soltarme.

- Oh... - pude notar que no sabía qué hacer.

- Solo camina, yo iré detrás de ti. 

- ¿Estás seguro? Podemos ir...

- Camina, puedo hacer esto – lo interrumpí tratando de sonar confiado. Tal vez, si lo convencía a él de ello, también yo podría creerme. 

Kuroo continúo caminando a un paso realmente lento conmigo detrás suyo agarrando su suéter con fuerza. Estoy seguro de que parezco un niño haciendo tal cosa, pero Kuroo es lo único que tengo a mi alrededor que me tranquiliza hasta cierto punto.

Aun desconfío de él, mantengo mi distancia y evito cualquier contacto con él, pero durante esta semana que llevamos viviendo juntos no ha hecho nada para hacerme sentir incómodo. Incluso creo que a propósito mantiene sus manos a la vista y avisa sobre cualquier cosa que hace.

Si entra o sale de una habitación, si se acerca o se aleja de donde me encuentro. También se toma el tiempo de mandarme mensajes cuando está en el trabajo para asegurarse de que he comido y si me encuentro bien. Hasta ahora ha sido muy comprensivo conmigo respecto a todo, no parece que realmente me juzgue y podría decir que incluso sabe cómo actuar conmigo... como si ya lo hubiera hecho antes. 

¡No me toques! - KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora