Capítulo IV
Steve arribó a la sucursal del banco con el corazón acelerado, emocionado. Aquel era su primer día y ya le habían asignado un caso importante. Se sentía grande, importante, imponente, incluso. Y, aún frente a esa sensación, la que se imponía era la del desconcierto. Todo lo que le habían enseñado en la academia resonaba en su cabeza y las ideas se agolpaban en su mente, confundiéndolo. ¿Qué debería hacer primero? ¿Cercar el área? ¿Revisar las cámaras de seguridad? ¿Hablar con los testigos? ¿Buscar pruebas físicas? Su compañero tampoco ayudaba mucho. Anthony Stark era un hombre que no destacaba precisamente por su seriedad. Le había tomado el pelo casi todo el camino al banco, intentando ponerlo en aprietos y haciendo preguntas que para él resultaban demasiado íntimas y que habían logrado sonrojarlo en más de una ocasión.
Sabía que aquello era sólo parte de su novatada, que era normal que un agente veterano intentara ponerlo en aprietos, que le tomara el pelo, incluso, y aun así, se sentía incómodo. De todos modos, era mejor eso a tener al lado a alguien que no le hablara ni que intentara ayudarlo como Stark lo hacía. Era un modo extraño de darle la bienvenida y, sin embargo, funcionaba. Una vez que arribaron el mayor se abrió paso delante de él, con una paleta de dulce entre los dientes y las gafas puestas, caminando como si fuera el dueño del lugar y no estuvieran en una escena del crimen. Steve lo siguió de cerca, intentando mantener la compostura mientras sus ojos se paseaban por los agujeros de bala de las paredes, las cámaras de seguridad destrozadas, los billetes desperdigados por el suelo y los enseres de los clientes aterrados, dejados atrás sobre el suelo de linóleo del enorme banco.
⸺ Hola, chicos⸺ saludó Stark, acercándose al grupo de peritos que revisaban el área. Un hombre afroamericano, se levantó y se acercó a ellos, saludándolos con un firme apretón de manos.
⸺ Stark, no sabía que te iban a enviar a ti, ¿no es Hill la que se ocupa de estas cosas?⸺ dijo, con la voz cargada de intención. El castaño notó el tono de su voz y sonrió, jugando con su paleta. Le guiñó un ojo y luego dibujó una parábola sobre su estómago, imitando un vientre de embarazo⸺ Sé que ella te gustaba, cariño, pero, alguien te la ganó...
El hombre sólo sonrió, negando con un gesto. Se encogió ligeramente de hombros y le extendió una carpeta con los antecedentes que habían reunido hasta el momento.
⸺ No importa. Mientras sea feliz...⸺ respondió, alzando ambas manos en señal de rendición. A Steve le agradó. "Un hombre que sabe aceptar la derrota, sabrá que hacer cuando llegue su victoria", solía decir su padre. El desconocido posó su mirada sobre él y volvió a sonreír.
⸺ A ti no te había visto antes, ¿eres nuevo en la fuerza?⸺ le preguntó con voz amable y Steve asintió, intentando mantener un semblante profesional.
⸺ Soy el agente Steven Rogers, señor⸺ saludó, poniéndose firme frente al hombre.
Stark y el desconocido compartieron una mirada divertida y luego soltaron sendas risas, que hicieron que todos los que estaban a su alrededor voltearan a mirarlos. Steve se ruborizó hasta las orejas y frunció ligeramente el ceño, cansado de sentirse tan fuera de lugar. El hombre se acercó más a él y le palmeó un hombro, amistosamente.
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Opposite Attracts
Fanfiction¿Qué pasa si tus amigos están desesperados por conseguirte pareja y te juntan con la persona menos indicada? ¿Importan las etiquetas cuando el amor es verdadero?