¿Qué pasa si tus amigos están desesperados por conseguirte pareja y te juntan con la persona menos indicada? ¿Importan las etiquetas cuando el amor es verdadero?
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Capítulo XX
─ ¿Estás seguro de esto, Bucky? ─ preguntó la pelirroja, observando a su mejor amigo de rodillas frente a ella con gesto serio.
Luego de llevarla a la casa y dejarla que se diera el baño que tanto necesitaba, Bucky pidió verla. Natasha lo recibió de inmediato, y él, en cuanto entró a su habitación, se dejó caer de rodillas al piso, pidiéndole que le diera la oportunidad de servirla como uno de sus tenientes. La muchacha quedó de una pieza, mirándolo sin comprender de donde había salido aquella repentina petición. Bucky siempre había permanecido a un costado, siempre a la sombra de su padre, sin involucrarse demasiado en la organización. No parecía estar hecho del mismo material que el resto de la familia, pero, eso nunca le había molestado a nadie. Era encantador e inteligente y sabía cuál era su lugar. Sin embargo, en ese momento parecía completamente decidido. Había un fuego en su mirada que no había visto antes, algo que la sorprendió y picó su curiosidad al mismo tiempo.
─ Buck... ¿te das cuenta de lo que estás pidiéndome? ─ preguntó nuevamente y el castaño asintió, sin levantarse del piso.
─ Estoy muy consciente de lo que pido. Y, también muy consciente de todo lo que implica─ respondió con firmeza.
─ Bucky, no tienes por qué hacer esto. Sabes que te quiero como a un hermano y quiero que seas feliz, más que cualquier otra cosa en el mundo. Siempre pensé que querías dejar a la familia e iniciar una vida pacífica junto a Wanda...─ argumentó, pero, él no dio su brazo a torcer.
─ Lo sé. Eso era lo que deseaba, lo que deseé por mucho tiempo. Siempre creí que mantendría un bajo perfil dentro de la familia y que luego me alejaría para vivir pacíficamente junto a la mujer que amo. Pero, con todo lo que está pasando... no puedo hacerlo. Simplemente no puedo hacerlo. No puedo dejarte sola en medio de esta tormenta, no puedo dejar que tu vida corra peligro mientras yo vivo una parodia en los suburbios─ exclamó con tal fuego en la mirada que Natasha lo desconoció por un segundo.
Ella y Bucky habían crecido juntos. Ambos tenían historias similares, habían crecido en el mismo círculo, habían aprendido a ver la violencia como un modo de vida y aprendieron a respetar las reglas de su mundo desde muy pequeños. Ambos desarrollaron una máscara tras la que se ocultaban para poder formar parte de un mundo que no los comprendería si viera su verdadero rostro, pero, a diferencia de ella, Bucky nunca antes había dejado caer la careta. Enfrentaba todo lo que pasaba a su alrededor con una sonrisa irónica, bien estudiada tras la que era muy difícil ver. Ahora, por primera vez desde que lo conocía, Natasha vio en él algo más. Algo que siempre había estado escondido y que, ante sus ojos, prometía mucho.
Que él estuviese dispuesto a dejar todo por ella era realmente conmovedor, una muestra de lealtad profunda y verdadera que removió todas sus defensas. Aún así, quería que él estuviera seguro. No podía dejarlo entrar a ese mundo si él no estaba seguro, si eso significaría su destrucción.
