¿Qué pasa si tus amigos están desesperados por conseguirte pareja y te juntan con la persona menos indicada? ¿Importan las etiquetas cuando el amor es verdadero?
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Days of our lives
Natasha llegó a casa con el peso de la preocupación en sus hombros. Se quitó la chaqueta y la dejó en el perchero, estirando su cuello adolorido. Mientras se quitaba los guantes, torció el gesto al ver las quemaduras de pólvora en sus carísimos guantes de cuero de ante. Era una lástima que se estropearan de ese modo, pero, era eso o arriesgarse a quemarse las manos y ser descubierta. Desechó los guantes en la basura con un suspiro y se metió a la ducha, limpiándose de los rastros de tierra y sangre ajena, dejando que el agua tibia se llevara el cansancio y la tirantez de sus músculos. Estaba cansada, pero, su día aún no terminaba. Se puso ropa cómoda y bajó a la cocina, encendiendo la radio, antes de nada. La voz rasposa y profunda de Gin Wigmore llenó su cocina con los acordes de Kill of the night.
La mujer se movió alrededor de su cocina, tarareando entre dientes mientras picaba las verduras y las agregaba a la olla del estofado, luego de verificar que la carne se estuviera asando adecuadamente. Los aromas de la comida casera llenaron la casa y ella siguió canturreando mientras se paseaba de un lado a otro, preparando la ensalada y acomodando los platos sobre la mesa. Su esposo llegaría pronto y a ella le gustaba tener todo preparado. Su madre había sido una perra sin corazón, pero, al menos le había enseñado bien cómo llevar una casa. El teléfono sonó de pronto y ella fue a cogerlo mientras tarareaba el estribillo entre dientes y batía la mezcla de brownies que tenía en un bol.
⸺Residencia Rogers, ¿diga? ⸺ dijo tranquilamente sosteniendo el auricular contra su hombro.
⸺ ¿Señora Rogers? Soy Linda, le hablo de la estación de policía... siento decirle que el detective Rogers fue herido durante un procedimiento...⸺ Natasha sonrió ligeramente antes de poner su mejor voz de angustia.
⸺ ¡Oh, por Dios! ¿Él está bien? ¿Dónde está? ⸺ preguntó, con la voz tensa y rota.
⸺ Él se encuentra bien, no se preocupe, lo darán de alta en un par de horas. Fue una herida superficial...⸺ explicó la recepcionista del otro lado de la línea y Natasha dejó escapar un suspiro de alivio.
⸺ Gracias a Dios... ¿en qué hospital está? Iré por él⸺ anunció, recibiendo de inmediato la negativa de la secretaria.
⸺ No es necesario, señora Rogers. Su compañero lo llevará a casa, él no quería que usted se preocupara, incluso nos pidió que no le avisáramos... pero, yo creí que usted debía saberlo⸺ señaló la mujer y Natasha sonrió, batiendo su mezcla sin prisas.
⸺ Muchas gracias, Linda. Eres tan amable... le diré a Steve que te lleve ese pan de banana que tanto te gusta⸺ la mujer del otro lado de la línea dejó escapar una risita antes de responder.
⸺ Muchas gracias, señora Rogers. Consienta al detective Rogers mientras está en casa, ¿sí? Lo extrañaremos por aquí.
⸺ Lo sé, querida. Cuidaré bien de él, ya verás. Adiós, y gracias de nuevo⸺ una vez que cortó la comunicación, Natasha suspiró y volvió a lo suyo. Bien, ya no tendría que hacer el asado con tan poco tiempo y la carne quedaría bien cocida.
Cerca de la medianoche, Steve apareció por la puerta principal con un brazo en un cabestrillo, una herida en el pómulo y una cara de pocos amigos. Natasha dejó la copa de vino que estaba bebiendo sobre la mesa y salió a su encuentro, con su mejor sonrisa de inocencia.
⸺ Hola, cariño⸺ dijo al verlo aparecer, aún sonriente⸺ ¿Qué tal estuvo tu día? ⸺ Steve la miró de mala manera y le mostró su brazo herido.
⸺ ¿En serio me lo preguntas, Nat? ¡Me disparaste! ⸺ exclamó, provocando que su mujer lo mirara con ojos de cachorro y se acercara a él, colgándose de su cuello.
⸺ Te dije que el cargamento de hoy era importante, no tenías que haberte aparecido por allá... los chicos se espantaron al verlos a ustedes ahí y abrieron fuego antes de que yo pudiera detenerlos...⸺ explicó y él torció el gesto, mirándola con gesto acusatorio.
⸺ ¿Y tenías que dispararme tú también? ⸺ preguntó, sin dejarse engañar por los ojos brillantes de su mujer.
⸺ Sabes que vivimos de las apariencias, mi vida. Si no te hubiera disparado, podrían comenzar a sospechar de nosotros y nuestros días felices se volverían parte del pasado...⸺ Steve suspiró y negó con la cabeza, evitando su mirada dulce⸺ Anda, mi amor, no te enojes. Fue apenas un roce de nada...
⸺ Me dolió⸺ respondió él, haciendo un mohín al sentir la tirantez del brazo⸺ Quedará una cicatriz.
⸺ Las cicatrices son sexys, mi vida. Y, ya que estás herido, te dejarán quedarte conmigo en casa unos días... déjame consentirte, ¿sí? ⸺ Steve volvió sus ojos hacia ella y Natasha batió sus pestañas, provocando la rendición de su marido. El hombre dejó caer los hombros y le envolvió la cintura con su brazo sano, mirándola con un suspiro.
⸺ Sabes que, si no te amara tanto, te odiaría, ¿verdad? ⸺ preguntó y ella asintió vigorosamente , sosteniéndose con más fuerza de su cuello para dejarle un fuerte beso en los labios.
⸺ Eso pasa cuando eres el jefe de la policía local y te casas con la jefa de la mafia...⸺ Steve no pudo más que darle la razón. Dejó un beso en su frente y olisqueó el aire, dejando escapar un suspiro de gusto.
⸺ ¿Me hiciste carne asada? ⸺ preguntó, caminando con ella cogida de la cintura hacia la cocina.
⸺ Ajá. Y brownies. Tenía que compensarte por lo del disparo⸺ señaló, ayudándolo a sentarse para luego poner delante de él un plato de sopa.
⸺ Oh, sí, querida, necesito mucha compensación por esto...⸺ anunció él y Natasha negó, riendo.
⸺ No seas tan exagerado. Sólo fue un roce de nada... tengo buena puntería, ¿a que sí? ⸺ afirmó orgullosa, picando la herida y haciéndolo soltar una exclamación de dolor. Steve la miró con el ceño fruncido y negó con un suspiro.
⸺ Definitivamente, no debí haber ido a esa cita a ciegas⸺ se lamentó, hundiendo su cuchara en la sopa para comenzar a comer, ignorando las risas de su mujer.
