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Lex

Me nacieron un montón de inquietudes desde que conozco el mundo al que pertenezco, miedos que antes me dejaban sin fuerzas.

—¿Estás bien? —pregunta Alana al otro lado de la pantalla.

Han pasado años desde que esta limpia y ningún tipo de cáncer a reaparecido, se le ve más completa y menos pálida.

—Claro que lo estoy —respondo con una sonrisa.

Alana no está convencida pero aun así no me niega su hermosa sonrisa.

—Como te decía, el viaje será en un par de semanas cuando no haya tanto frío que no quiero congelarme —pone su mano en su barbilla pensando. —Y recuerda que me quedaré en un hotel con una amiga.

—No entiendo porque quieres eso, ya te dije que mi casa es suficiente para que estén bien —me encojo de hombros sabiendo que negaría nuevamente.

Sus cejas se fruncen con algo de carisma.

—Solo estaremos una semana y no quiero molestarlos —dice por fin. —Pero eso no importa, ¿haz hablado con Zoey? ¿Al menos intentaste hacerlo?.

Me remuevo un poco nerviosa quitando la mirada de la pantalla, hay tantas cosas que quisiera contarle pero no puedo.

La puerta da un golpe cuando es abierta por mi idiota amigo, George.

—¡Llegué a tiempo! —esta hiperventilando. —Oh, hola hermosa.

Me empuja y se posiciona frente a la computadora.

—Tiempo sin verte —añade embelesado por la pantalla.

Mi amiga suspira y alza los hombros ligeramente con desdén.

—Hola George tanto tiempo sin verte y lo siento pero tengo tarea. Luego te llamo Lex...—La llamada se corto y yo me reí levemente al ver la carita de George triste.

Le doy una golpecitos en la espalda y se repone de inmediato.

—¿Crees que algún día me haga caso? —pregunta.

—No lo sé amigo, pero, si se que no te debes de rendir.

Le brindó una sonrisita que lo animo un poco.

Zoey

—¿Como te sientes? —preguntó con curiosidad.
Mi castaño novio da un respingo nervioso por mi saludo. Han pasado un par de días despues del incidente. Nathan volteo a mirarme un poco desanimado.

—Me siento un poco mejor supongo —respondió sin mirarme. —Estoy un poco cansado así que nos vemos luego —paso casi corriendo aún lado mío.

—¿Que le pasa a Nath? —llegó sam.

—Ni idea —respondí. —Pero... —la puerta principal se abrió abruptamente y todos volteamos a ver. —¡¿Que demonios?!

¡Pelea! ¡Pelea!

Los aludidos se escuchaban hasta donde estábamos, todos se empezaron a aglomerar alrededor de Jessica y la nueva que estaban peleando.

—Esa imbecil ¿que cree que hace? — grito sam alarmada mientras corrimos a ellas.

La escena que vimos fue algo que jamás hubiera esperado. Jessica la chica bully de la escuela que incluso había golpeado a jugadores de Fútbol americano estaba recibiendo golpes de la nueva que desde encima suyo no se detenía.

—¡Nooo! —Sam iba a intentar acercarse pero yo la detuve. —¿¡Que haces!?

Negue sin soltarla, ¿ella estaba desesperada?.

Mi MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora