Lex
La primera semana transcurrió tranquila, y qué mejor manera de celebrar mi primer fin de semana de regreso que con una fiesta. ¡Yujuuu!
Pero antes, ¿por qué no reunirnos para hablar de la manada? ¿Grandes ideas para grandes licántropos?
—¡¿Por favor, Jessica, podrías calmarte?! —me crucé de brazos, enfrentando a mi prima favorita, que estaba claramente molesta.
—¿Quieres que me calme? ¡No pienso regresar a Boston! —exclamó, golpeando la mesa.
Me masajeé las sienes con las yemas de los dedos en busca de tranquilidad. Sabía que mi prima favorita no me lo pondría fácil; lidiar con sus berrinches no había sido mi problema hasta ahora, pero tenía que hacer que regresara a Boston.
—Ya empezaron a llegar los invitados —Tania interrumpió al entrar en la pequeña reunión que teníamos en el ático trasero—. ¿Qué sucede? —Olisqueó un poco y se sentó a mi lado—. Jessica, sabes que tu voluntad es irritante, así que deja de usarla —le dijo. Jessica no respondió—. En fin, Sofía, tengo unos discos geniales. ¿No quieres venir a verlos?
—Sí, sí, claro —respondió Sofía, la pelinegra, casi sin pensarlo. Se levantó rápidamente y la siguió.
Demian comenzó a carcajearse.
—¿Hay algo de lo que no estoy enterada? —pregunté, intrigada por la reacción de mi hermano mayor.
—Alch, no, nada como crees —continuó riendo—. Tuvimos suerte de que papá y mamá se fueran de viaje a revisar la comunidad del este —intentó cambiar de tema rápidamente, pero no lo permitiría.
—Solo dilo —me recargué en la silla.
—Tu hermana se está tirando a Sofía —dijo Jessica, un poco más tranquila.
—¡¿Qué?! —perdí el equilibrio y caí.
—¡Hey, no es para tanto! —Demian se levantó y me ayudó a ponerme de pie.
—¿Cómo sucedió? —pregunté.
—¿No has visto porno lésbico o qué? —cuestionó irónicamente Jessica.
—¿Qué? No, yo no me refería a eso —me sonrojé, avergonzada.
—Mira, se puso rojita —bromeó Demian.
—Pues, solo sucedió, jaja —por fin habló George, sin apartar la vista de su teléfono.
—Pero ¿cómo? —desaparecí tres años y ya no conozco a nadie, ¡qué molesto!
—Hace un par de meses estábamos aburridos y, pues... —George se carcajeó—. Jugamos a la botella y ya te imaginarás cómo terminó eso.

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Mi Mate
WerewolfQue ¿por que estoy escribiendo esto? Ay no se, estaba viendo una peli y pum me dieron ganas de escribir y eso salio. Perdón aquí va la sinopsis no mis problemas mentales, comenzemooos. Asies, otra historia medio omegaverse y de mates medio Cliché p...